Una semana más Being Human US aparece en nuestras pantallas para darnos una nueva dosis de aventuras. Y hay que decir que este episodio ha sido, sin duda, el mejor en mucho tiempo. Desde la historia hasta la estética del otro mundo de Sally, han sido asuntos bien cuidados. Quedan tres episodios para el fin de temporada, y cada vez se va volviendo más y más interesante, de todas formas, no me puedo ni imaginar que deparará el fin de temporada, cosa que en la temporada anterior a estas alturas algo nos podíamos esperar.
El capítulo se centra en Sally, recordemos que poco a poco el lado oscuro ha ido adueñándose de ella hasta perder el control. Aidan y Josh no saben qué hacer, y la tienen prisionera en un círculo de sal (los espíritus no pueden atravesarla). Por mucho que lo intenten, Sally sigue en una especie de coma del que no puede despertar. Así que se les ocurre llamar a Zoe ya que tiene más experiencia en el mundo espiritual de lo que ellos tienen, evidentemente sin decirle que la última vez que Sally estuvo despierta, mató a su novio. Por otro lado, en otra dimensión, Sally vive una vida feliz con su novio Scott, que es nada más y nada menos que la parca. Una estética moderna y con el púrpura como color principal, son los protagonistas de esta versión de la casa.
La pareja feliz quiere mudarse de la casa para seguir adelante, pero Scott tiene otras intenciones. Intenciones que Zoe nos explica, Scott es el alter ego de Sally, y si en su consciencia se deshace de Sally, Scott ganará y Sally no volverá a aparecer. Así que lo que tienen que hacer es hablarle para que Sally desde el otro lado se entere de que tiene que despertar. Pero no puede ser fácil, Scott lo pondrá todo difícil, para empezar, cuando Sally empieza a oír la voz de un tal Aidan y a ver la cara de Josh, con sus poderes espirituales sella la casa para que nadie pueda salir. Lo peor de todo es que Aidan está hambriento y queda poco para que la luna llena salga.
A Zoe se le ocurre una idea, conectar su mente con la de Sally para aparecer en su dimensión y traerla de vuelta, en el primer intento, Scott se manifiesta riéndose de todos y contándole a Zoe lo que Sally hizo. Tras enterarse de que Aidan y Josh son monstruos vuelve a intentarlo, por su bien. Esta vez con éxito, pero le cuesta hacer ver a Sally que ese mundo no es el real. Mientras tanto, Josh se desespera por el tiempo que le queda, y Aidan pierde los papeles y muerde a Zoe y después a Josh (cuya sangre le produce un terrible malestar). Al volver, Zoe le recrimina a Sally lo que hizo y jura no perdonarle nunca. Además, Scott no desaparece ya que es parte de Sally y le avisa que estará al acecho para aprovechar cualquier momento de debilidad.
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