Una vez que todos los originales están unidos entre sí, Esther se prepara para llevar a cabo el hechizo que matará a sus hijos. Para ello necesita luna llena y canalizar el poder de los ancestros de Bonnie y su madre. Rebekah aprovecha sus deslices sexuales con Damon para dañar a Elena. Elijah sabe desde el primer momento que Elena le mintió, y lleva a la doppelgänger al bosque para sacarle la verdad. Cuando se entera de las intenciones reales de su madre, Elijah encierra a Elena junto a Rebekah en las cuevas tan famosas.
Es entonces cuando cree que es hora de hacer un trato, Elijah va a ver a los hermanos Salvatore y les pide que interrumpan el hechizo (ya que podrían esperarse que lo hiciese Elijah), o sino Rebekah mata a Elena. Lo primero que se les ocurre es matar a uno de ellos para así acabar con los demás, pero cuando Alaric le clava la daga a Kol, Klaus no muere, sino que queda aturdido y libera a su hermano. Alaric sale un poco perjudicado en la trifulca, y su amiga la doctora se lo lleva a casa para examinarle.
La única forma de interrumpir el hechizo es que Bonnie o su madre o bien dejen de ser brujas o mueran. Damon y Stefan se juegan a su papel a ‘piedra, papel o tijera’; Stefan pierde, pero saben cómo es Elena y preferiría morir a no ayudar, y Damon prefiere que le eche las culpas a él. Así que Damon da su sangre a la madre de Bonnie y acto seguido la mata; si una bruja se convierte en vampiro, deja de ser bruja. Elena queda libre, y Elijah, tanto Esther como Kol y Finn dejan el pueblo. El episodio termina cuando Alaric se despierta en medio de la noche y descubre que su amiga la doctora fue quien asesinó a toda esa gente, pero ella le pilla y le dispara.
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