Como cada jueves, tenemos un capítulo nuevo de esta serie médica que tanto nos gusta, aunque la verdad, el episodio no ha sido gran cosa. Lo único que puede salvarse es el caso de Meredith y Callie. El resto es más de lo mismo, salvo Cristina que toda escena en la que aparece es en la terapia de pareja. Algo importante que mencionar sería que este episodio es un crossover entre Private Practice y Grey’s Anatomy, algo a lo que nos tienen bastante acostumbrados.
Los exámenes orales de la generación de Meredith se acercan, y todos tienen a alguien que les ayude; todos menos Meredith, ya que Cristina está centrada en terapia de pareja con su marido. Richard, consciente de ello, le dice a Callie que le ayude ya que tiene unos métodos de estudio muy especiales. Callie, tras dudarlo, acepta con la condición de ganárselo; y para ello tiene que tomar todas las decisiones en un caso, y depende del resultado le ayudará o no. El caso es de un carnicero que tiene la mano metida en una trituradora de carne (como si fuese una escena de la saga SAW). Gracias a las decisiones que Meredith toma, recupera la mayoría de los dedos y le quitan uno de los dedos del pie para implantarlo en la mano y que no se le considere inválido. Callie queda sorprendida y acepta ayudar a Meredith.
La terapia de pareja de Cristina y Owen empieza mal, y termina peor. Al principio acababan juntos en el sofá, pero terminan en extremos opuestos. Discuten por muchas cosas, como por ejemplo su amistad con Meredith, pero siempre llegan al mismo tema: el aborto. Alex está inmerso en su estudio, sin darse cuenta que una de sus residentes (que es quien le ayuda a estudiar) está embarazada y sufre un infarto por el embarazo. Tras sacarle al bebé (demasiado prematuro) y curarla, Alex le pide perdón por cómo le ha tratado hasta ahora y se preocupa bastante por el bebé.
La hermana de Derek, Amelia (crossover) viene al Seattle Grace para pedir ayuda a su hermano. Resulta que un compañero suyo de trabajo tiene una mujer que está al borde de la muerte, y hagan lo que hagan en el quirófano, si no tardan menos de 90 segundos, morirá. Derek se niega en rotundo hasta que Amelia le ruega que confíe en ella, y tras mucha práctica consiguen que les salga bien y estén preparados para operar a la mujer.
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