Érase una vez, una bella joven vestida con una roja capa cuyo cadáver es encontrado en un parque. ¿Una fábula de los hermanos Grimm? Quizás, pero Caperucita Roja salía mejor parada en la historia. Esta semana, Castle y compañía vuelven a la pequeña pantalla con un caso en el que los cuentos de hadas se tornan macabros. Y es que la primera víctima de una serie de muertes fantasiosas es Caperucita Roja, aparentemente atacada por un malvado lobo.
Y antes de que podamos hacernos una idea de quién es el asesino y qué oscuros motivos pueda tener, aparece muerta otra princesa: Blancanieves. Los análisis toxicológicos determinan que ambas muertes fueron causadas por una alta cantidad de drogas. Pero eso no parece encajar con el perfil de las difuntas: mujeres de clase alta, con un futuro más que exitoso en la Gran Manzana. Poco a poco, nuestro equipo favorito descubre una posible tercera víctima, y es que las tres sacaron la misma cantidad de dinero del banco: 50605 dólares. ¿Casualidad? Parece poco probable. Beckett y Castle consiguen encontrar a la tercera princesa, La Bella Durmiente , justo antes de que las drogas hicieran efecto, salvándola.
Pero la cosa no parece tener sentido hasta que encuentran una foto de hace siete años (el 05 de Junio del 2005) en la que las tres princesas aparecen disfrazadas con otro chico. Por detrás, una nota amenazante en la que les pide ingresar la cantidad de dinero mencionada. La investigación parece dar un giro al descubrir que el chico de la foto murió en extrañas circunstancias aquella noche, donde ellas fueron las últimas en verle con vida. Parece que alguien quiere venganza, muy a lo Sé lo que hiciste el último verano.
Para sorpresa de todos, el marido de la hermana de Caperucita Roja parece tener algo que ver con el caso, dado que fue él quien imprimió esas fotos, mandándoselas a cada una de ellas después de descubrir que ellas le dejaron tirado y drogado en la cuneta aquella noche. Pero él sólo parece ser culpable del chantaje, no de la muerte. Algo se le escapa a Beckett, hasta que Castle encuentra una pista que les llevará hasta la verdad. ¿Qué sucedió aquella noche de verdad? ¿Tuvieron que ver algo las princesas con la muerte del chico?
Por otro lado, Martha se empeña en hacer una obra de teatro basada en su vida, por lo que Castle se siente un poco intimidado, sobre todo porque dicha función se va a representar en su salón. La química entre los dos protagonistas cada vez es más evidente en los gestos y las miradas, pero parece que ninguno de los dos quiera dar el paso definitivo.
En resumen, un capítulo divertido que mezcla los cuentos de princesas perfectas con la cruda realidad: y es que todo el mundo tiene sus secretos. Esperaremos con ansia el siguiente capítulo en esta recta final de la temporada, a ver qué les depara a Castle y compañía.
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