Después del capítulo anterior que nos situaba en la América gángster de los años cuarenta, esta semana el equipo de Castle vuelve a la carga para lidiar, nada más y nada menos, con conspiraciones gubernamentales que incluyen a la CIA. De este modo se nos presenta Pandora, la primera parte de un capítulo doble que nos deja con el corazón en un puño y tirándonos de los pelos al llegar al minuto 41.
De este modo, la historia empieza con la muerte de un hombre que es arrojado por la ventana y cuyo asesino huye herido en un taxi llevándose a una chica como rehén. Rápidamente, Beckett y compañía rastrean el taxi y se encuentran con el asesino sentado tranquilamente en el sofá. Esperándoles. Y es ahí cuando se intuye que algo no va bien, que el capítulo no puede ser tan simple. Y en efecto, después de interrogar al sospechoso, Thomas Gage, desaparece. Consigue escapar totalmente airoso de la comisaria, habiendo consultado primero la base de datos de la policía. Y no sólo eso, sino que además se lleva el cadáver del hombre al que mató.
Poco a poco, se descubre que lo que había consultado en la base de datos era la identidad de una chica, Tracy McGrath, que es hallada muerta en su casa. Mientras Beckett y Castle escudriñan el cadáver en busca de pruebas, aparece de la nada otro hombre y los secuestra. A estas alturas del capítulo, es inevitable hacerse preguntas. ¿Qué está pasando? ¿Quién es en realidad Thomas Gage? ¿Quién ha secuestrado a Castle y Beckett?
La respuesta a algunas de estas preguntas está en la siguiente mitad del capítulo. En realidad el secuestro no es lo que parece ser; la CIA estaba al tanto de las investigaciones de la detective y había optado por tener una pequeña conversación privada. Ademas, la agente de la CIA que busca a Gage es antigua amiga de Castle, quién la había estado siguiendo durante un año para formarse antes de escribir su primer libro. Llegan al acuerdo de colaborar con el fin de encontrar a Gage antes de que cumpla con su misión: Pandora. Por otro lado, Alexis ha decidido realizar prácticas forenses con Lannie, cosa que realmente no le termina de agradar a Castle. Además, Beckett se muestra un poco dolida y celosa ante la relación de Sophia (la agente de la CIA) y el escritor.
El capítulo avanza y se descubre que Tracy había realizado una llamada el día antes de su muerte. Aquí es cuando la CIA hace gala de infinidad de tecnología avanzada y consigue rastrearla, revelando que el receptor de la llamada es el Dr. Blakely, supuestamente dado por muerto hacía más de ocho años. El matemático solía trabajar con la CIA estudiando los pequeños eventos que desencadenan otros muchos mayores, con el fin de aplicar dichas técnicas al campo geopolítico. A escasos minutos de que acabe el capítulo, Beckett y Castle consiguen reunirse con el doctor, quién les revela el verdadero objetivo de la misión Pandora.
Finalmente, una primera parte entretenida, que mantiene el ritmo frenético durante los cuarenta minutos que dura el capítulo y donde no pueden faltar situaciones divertidas de la mano de nuestro escritor favorito. Esperaremos ansiosos la segunda parte para descubrir qué es lo que en realidad ocurre con Pandora.
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