Si alguna vez oísteis hablar de Blue Mountain State, es seguro que nunca habéis visto un episodio. La serie relata las aventuras de los jugadores de BMS, universitarios que juegan fútbol americano y sin embargo, no tienen ni pizca de parecido con Friday Night Lights, por ejemplo. Se emite actualmente por Spike, una cadena norteamericana enfocada a los varones (que parecen no existir para otras cadenas). Blue Mountain State o BMS se traduce entonces como una serie gamberra, llena de chicas semi-desnudas, alcohol, sexo, fiestas y drogas: American Pie resumida en 21 minutos por episodio.
BMS logra lo imposible con bromas salvajes y sin limites, y continuamente cruzan la línea de lo políticamente correcto.
Si pensáis en darle una oportunidad a
BMS, no esperéis una gran dosis de realidad, historias enfocadas en sus personajes o algo para recordar, sino que debes esperar algo más loco y atípico. Entretiene de verdad, especialmente a los jóvenes del género masculino. Puedes disfrutar riendo con sus ocurrencias y sus derroches. Su punto más fuerte, es sin duda Thad Castle (Alan Ritchson, Smallville), el alma de la serie, con sus alaridos y constante positivismo. Alex Moran (Darin Brooks), por su parte es el protagonista, quien se conforma con obtener todo lo que desea, sentado en el banquillo.
En resumen, BMS es la serie que muchos jóvenes de sexo masculino han estado buscando, y no porque tenga nada en contra de las mujeres, público objetivo de las cadenas norteamericanas. De hecho, BMS puede llegar a denigrar la imagen de los hombres, actuando como neardentales, pero de seguro muchos nos reímos de nosotros mismos. Su humor extremamente ácido podría molestar a los seriéfilos más intelectuales y aún así entretenerlos.
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