The Vampire Diaries S03E10. The New Deal

Tras dos meses de espera, The Vampire Diaries vuelve a nuestras pantallas. Como siempre, la serie atrajo a muchos telespectadores, poco más de 3 millones de personas, consagrándose así como el programa con más audiencia de su canal. Anteriormente, Stefan se había librado por fin del mandato de Klaus, pero su sed de venganza crece por minutos. Elena se da por vencida con Stefan ya que parece no ser el mismo que amaba, mientras Damon sigue babeando por ella. Bonnie rompió con Jeremy por serle infiel con el fantasma de su ex, y Caroline rompe con Tyler porque su nueva condición de híbrido le ciega con su adoración por Klaus.

El tiempo sigue pasando en Mystic Falls, todos siguen adelante con sus vidas como mejor puede cada uno. Bonnie tiene unas pesadillas recurrentes en las que acude a la casa donde residen los espíritus de las brujas, y en el sótano hay cuatro ataúdes, en uno de ellos reposa el cuerpo de Klaus. Decidida a poner fin a esas pesadillas acude a la casa sin encontrar ningún ataúd, pero se encuentra con Stefan pidiéndole ayuda. Resulta que los espíritus de las brujas odian tanto a Klaus que ayudan a Stefan a volver invisibles los ataúdes de los originales para que Klaus no pueda recuperarlos, y uno de ellos está totalmente sellado por un conjuro y sólo Bonnie puede abrirlo.

Luego también está Jeremy, desde que Bonnie rompió con él y no puede ver a Anna, está deprimido y se muestra irascible. Tanto a Elena como a Alaric les preocupa el chico, pero sobretodo porque últimamente no hace otra cosa que quedar con Tyler. Klaus quiere recuperar a su familia, pero ¿qué forma hay mejor de encontrar a Stefan que haciendo sufrir a Elena?. Pues dicho y hecho, Klaus hace que Tyler le quite el anillo mágico para obligarle a que se ponga delante de un coche y matarlo. Lo bueno es que Alaric, que tiene el otro anillo mágico, se da cuenta antes de que sea tarde y le salva siendo él atropellado.

Damon habla con Stefan y se da cuenta de que fastidió todo el plan de matar a Klaus para salvarle la vida y se une a él en su plan de torturar a Klaus. Alaric vuelve a la vida pero algo va mal, no se cura, algo le pasa al anillo, así que Damon tiene que darle su sangre para recuperarse. Elena en cambio está harta porque su hermano ha tenido que salvarle de un híbrido decapitándolo, así que llama a Klaus para devolverle a Rebekah y así asegurarse de que deja en paz a Jeremy. Lo malo es que le dice a Klaus, que Rebekah sabe que fue él quien mató a su madre, y por esa razón, Klaus tras haberle sacado le daga a su hermana, entre lágrimas vuelve a clavársela. Por si acaso, Elena decide que es hora de hacer algo para proteger del todo a su hermano y hace que Damon le borre la memoria y le obligue a irse del pueblo. Por último, Damon aunque se da cuenta de que Elena siempre seguirá amando a su hermano, decide besarla.

Teniendo en cuenta que el pasado episodio no nos dejó con la típica sorpresa ni emoción, este episodio está bastante bien aun siendo bastante normalito. Klaus es un personaje que siempre cae mal, pero hay que reconocer que es indispensable en la serie. Stefan, por otro lado, cansa ya en su papel rebelde de no quiero a nadie a mi lado, pero en cambio, Damon en cada capítulo mejora más. El mejor momento, y el más triste todo hay que decirlo, es cuando Damon, a petición de Elena, borra la memoria de Jeremy.