El regreso de Emily Thorne y su venganza personal contra los Grayson viene pisando fuerte con un capítulo que, si bien no tiene su caso personal contra alguien, desenmascara de una vez por todas y esperemos de forma definitiva (por mi salud al menos) a Tyler.
Un comienzo espectacular, de esos que se usan para tener al espectador pegado a la pantalla, nos muestra a los personajes principales de Revenge en una fiesta de cumpleaños en la playa, de noche, con expresión de terror en sus rostros, debida a que Tyler, desequilibrado, se encuentra allí apuntándoles con una pistola. Una vez hemos picado el anzuelo, nos explican qué pasó para llegar allí, desde dos días antes.
El cumpleaños de Daniel está a la vuelta de la esquina y está harto de las celebraciones exageradas y llenas de glamour que le suele preparar su madre, por lo que la idea de Emily de hacer un tranquilo picnic en la playa le parece de lo más tentadora.
Por su parte, Victoria y Conrad se encuentran envueltos en un sin fin de pleitos legales a causa de su divorcio y lo que ha de quedarse cada uno, saliendo a la luz un secreto más de la Reina Victoria, que mintió sobre un embarazo cuando firmó su acuerdo prematrimonial.
Amanda (la falsa) continúa viviendo su mentira junto a Jack, con aspiraciones a hacer su estancia permanente. Pero quien realmente nos interesa esta semana es Tyler, el perturbado, chantajista, y desequilibrado amigo de Daniel que se ha estado aprovechando de su familia todo el verano. Tras intentar chantajear a Conrad con los vídeos que le robó a Nolan, pierde la cabeza al ver que no se encuentran donde él los dejó. Emily se los robó, junto con un bote de pastillas vacío, descubriendo así que realmente Tyler es un enfermo mental peligroso y desaparecido, por lo que ella y Nolan, infiltrándose en la base de datos de la policía, consiguen el número de su hermano, quien accede a ir lo antes posible. Tras un ataque por parte de Tyler a Nolan, éste descubre que la cámara (con los vídeos) se encuentra en casa de Emily, y va a buscarla. Ya en la fiesta, en la playa, cuando Emily va a su casa a por la tarta, se encuentra con Nolan, quien, a punta de pistola, la acompaña de vuelta al picnic. Y es aquí cuando volvemos al inicio del capítulo.
Tras varias amenazas, casi poniendo al descubierto la verdadera historia del padre de Amanda, y con la tensión propia del momento, el hermano de Tyler aparece y, con la ayuda de Jack y Daniel, inmovilizan al susodicho, salvando la noche y poniendo a todos a salvo.
Si pensabais que la serie podía dar un bajón tras este parón navideño, estabais equivocados. Quitando el nuevo opening que ya nos presentaron en el último capítulo, más cutre de lo que nos tenían acostumbrados, ha sido un capítulo apasionante, sin apenas relleno, y en el que, como ya hemos dicho, nos libramos de Tyler, uno de los obstáculos en la venganza de Emily. Veremos con qué nos sorprende la señorita Thorne la semana que viene.
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Ha sido un CAPITULAZO!
ResponderEliminarAunque me da pena la marcha de Tyler, personajes desequilibrados como el suyo son los que dotan de interés culebrones a la antigua usanza, como este.
Por lo demás, buenisima entrada :)
Hay que hacerle un hueco a Revenge entre vuestras series xD
Excelente episodio y excelente review! Kudos Revenge!
ResponderEliminarHablo con conocimiento de causa tras haber visto el siguiente, y por lo que se ve, no vamos a echar de menos a Tyler, hay culebrón para rato.
ResponderEliminarTranquilidad Jedie, el hueco está hecho, poco a poco vamos a ir incorporando algunos de los estrenos del otoño pasado.
Gracias a ambos por comentar!