Los Chance, en una semana no del todo exitosa ya que Raising Hope sigue manteniendo bajas audiencias episodio tras episodio (esta vez han obtenido un rating de 2.3 puntos, casi más de un punto por debajo de su lead-in de New Girl) nos han traído una historia hilarante y entretenida que como siempre vuelve a centrarse en los puntos clave de las relaciones familiares: esta vez, el miedo a que los hijos superen a los padres (otra vez, por cierto).
Hope se está convirtiendo en un bebé muy listo y Jimmy tiene miedo de que se críe en un hogar lleno de bobos y paletos (salvo Maw Maw, que es brillante). Por ello, decide volver a estudiar para sacarse el título de secundaria y allí se encuentra con su antiguo profesor de instituto que no tarda mucho en recordar la antigua faceta de Jimmy, Drakkar Noir, y de meterse con él. Poco después Virginia y Burt deciden unírsele pero son todos tan negados para los estudios que tienen que pedir ayuda a sus amigos: Jimmy a Sabrina, Burt a Frank y Virginia a Maw. Respectivamente, Jimmy consigue aprender matemáticas, Burt lengua y literatura y Virginia historia y como de ningún modo conseguirán aprobar por separado deciden ayudar a Jimmy y cada parte del test final del curso lo hace uno de ellos, con lo que Jimmy consigue aprobar.
Por delante del constante tranfondo moral de la serie, demasiado insistente según qué historia toque en cada ocasión (y esta vez incluso incorrecto: ¿copiar está bien?), se muestra un episodio con unos puntazos cómicos divertidísimos: para no olvidar, Virginia y Burt buscando palabras en Internet como si se tratara de una misión especial o la canción histórica de Maw Maw. Raising Hope se mantiene prácticamente en el anonimato pero verla, como siempre, es un placer.
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