Tras el dramático capítulo de la semana pasada, este último capítulo ha sido un poco más light, exceptuando la trama de Charlotte y Mason.
Violet, Pete, Sam y Addison se enfrentan a la soltería de maneras distintas. Los hombres, saliendo a un bar y conociendo a otras mujeres. Violet conoce a un guapo (y joven) paramédico que la invita a salir y Addison contando con la ayuda de Jake, quien la anima a tener un hijo con una madre de alquiler.
Sheldon, por su lado, tiene que lidiar con un policía que sufre estrés post-traumático tras un incidente y no está seguro de que deba regresar al trabajo. Sheldon acaba destruyendo su amistad con un policia ya que no están de acuerdo sobre lo que debería hacer el hombre.
Por último, Charlotte y Amelia descubren que la madre de Mason tiene un tumor inoperable y va a morir en pocos meses. Cuando Charlotte confronta a Erica sobre el tema, esta le pide que no cuente nada a Cooper o se llevará a su hijo y no lo volverán a ver, lo que la pone en una situación violenta.
Un capítulo flojito, pero que augura muchas tramas interesantes. Lo de Violet y el jovencito puede ser curioso de ver, sobretodo por la reacción de Pete. Se ha visto muy claro desde hace tiempo que Jake y Addison podrían tener un futuro y con Sam fuera del mapa parece aún más obvio.
Lo de la madre de Erica me ha decepcionado bastante. Cuando introdujeron esa historia esperé que no hicieran un drama de ello (liando a Cooper con ella o haciendo que el niño o la madre se pusieran enfermos) y han decidido decantarse por esta última opción. Supongo que Charlotte acabará contándoselo a Cooper pero aún no sabemos cómo ni cuándo.
Por ahora, parece que el próximo capítulo se va a centrar en la paciente de Violet que conocimos al principio de temporada en el aeropuerto, la que sufría maltratos por parte de su marido.
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