A Horse of Different Color. Así se llama el cápitulo de esta semana. El nombre se debe, aparte de la escena final del capítulo anterior, a que Dexter empieza a conocer más a su rival y, como siempre, una parte de él siente admiración por su trabajo.
En este capítulo estudian el caso de los cuatro jinetes del Apocalípsis, que ya saben con certeza que se trata de la misma persona que destripó y recosió al pobre frutero y empiezan a relacionarlo (tras la breve investigación de Quinn y Batista, fumados) con el profesor Gellar; desaparecido hace tres años, tras el robo de una espada antigua (de Juan el Evangelista, autor del libro del Apocalípsis) con la que supuestamente desmiembra a sus víctimas.
No hay víctima de Dexter esta vez, ya que al pequeño Harrison le revienta el apéndice y le tienen que operar de urgencia. Al verse nuestro protagonista en esta tesitura, se llega a cuestionar la existencia de ese tal Dios, no como ese ser superior y omnipotente, sino como esa energía a la que todos hemos acudido alguna vez cuándo necesitamos un apoyo, o un punto de vista positivo. Dexter asocia esa energía a la imagen de su padre, con la que conversa en cada capítulo.
A cambio nos dan una escena más del asesino del juicio final (Doomsday Killer); de primeras encuentran un circulo hecho con peces con el símbolo (alfa-omega) que llevan encontrándose en todas las escenas.
Cuándo llega Dexter, es el único que se percata de que esa sangre tiene que haber salido de alguna parte, y al seguir el posible rastro se encuentra una mujer (aún viva) colgada de una trampa al más puro estilo de "Jigsaw"("Puzzle"). Al avanzar para descolgar a la víctima, accionan la trampa, que hace que la chica descienda un poco; extendiendo sus brazos en forma de cruz y con unas alas blancas y perforándose la yugular con un collar de pinchos.
Por si fuera poco perciben un zumbido que proviene de un pequeño armario del que salen centenares de langostas, haciendo referencia a las plagas de Dios. Y al final de todo un WTF en toda regla; Travis, aún en la escena del crimen, admirando como salían las langostas volando del invernadero con un rostro lleno de felicidad, como un niño fascinado con un nuevo descubrimiento.
(Versículo 15:1 del Apocalípsis) Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios.
Después de ver esto, se me ocurre que en los próximos capítulos vendrán el resto de las plagas con sus correspondientes ángeles. Lo que me desconcierta es, que según la Biblia, estos ángeles llevaban unas copas doradas, llenas con la ira de Dios. Pero no quiero spoilear más de la cuenta, y mucho menos confundiros.
Lo que está claro es que el capítulo ha sido espectacular y que quedan muchas cosas en el tintero. Esta temporada será sin duda una de las más originales de lo que hemos podido ver hasta ahora en Dexter.
Puntos cómicos del capítulo:
Los hermanos Morgan llegando a la comisaria en el ascensor, Deb, muy ataviada para dar su primer comunicado oficial a la prensa:
Debra: ¡Malditas Medias! ¿Alguna vez alguien ha muerto de asfixia de entrepierna?
Dexter: Acabas de cruzar la línea de los intercambios inapropiados hermano-hermana.
Batista después de haberse fumado un canutillo de yerba con Quinn (sonando un ritmillo reggae):
Quinn: Tío, puedes dejar de mirarme, me estás asustando.
Batista: Es triste, puedo ver cuanto dolor desprende aún tu corazón por Deb (con la mano en su pecho).
Quinn: ¡Oh, tío! Aparta tus putas gordas salchichas de mí...
Promo S06E04. A Horse of Different Color
Promo S06E05. The Angel of Death
El final ha sido estupendo
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