Este miércoles día 6 de abril, Fox estrenaba una nueva comedia que, si no fuera por que alguien me lo recordó, no hubiera visto (no he escuchado ni una sola mención a ella en meses). Breaking In, creación de Adam F. Goldberg (Still Standing) y Seth Gordon (director de capítulos de Modern Family, The Office o Community), trata sobre un grupo de jóvenes con diversas aptitudes que trabajan para una empresa de seguridad tecnológica, cuyo propósito es romper los sistemas de seguridad de otras empresas para demostrar su ineficacia. El estreno fue un éxito bastante rotundo (9,8 millones y 3,5/9 en demográficos), pero bastante maquillado por las audiencias arrastradas de American Idol.
Sus puntos fuertes son bastante claros: es una serie para un público joven, con un lenguaje sencillo y un alto contenido de frikismo (tan "alternativo" estos días, tanto o más que la típica comedia negra). Además, cuenta con caras conocidas como las de Christian Slater (recientemente en The Forgotten), interpretando Oz, el director de la empresa de seguridad; Bret Harrison (V 2009) como Cameron, el protagonista; y Alphonso McAuley (Love That Girl!), Odette Annable (Brothers & Sisters), Trevor Moore (The Whitest Kids U'Know) y Jennifer Irwin (Still Standing) como Cash, Melanie, Josh y Creepy Carol, respectivamente, son otros miembros del equipo. Además, Michael Rosenbaum (Smallville), quien iba a hacer solo un cameo en el piloto, gustó tanto a los productores que le veremos en más episodios.
Ni que decir tiene que Breaking In no tiene nada de especial, sino que explota los recursos que tan buenos resultados han dado a otras series como Community, The Big Bang Theory o 30 Rock: múltiples referencias a series y peliculas, fans de Star Wars, muchos gadgets y tecnología punta, chico que se queda colado por un bellezón que sale con tíos algo duros de mollera, un jefe duro y algo cabrón aunque con cierta gracia... Incluso algunos han llegado a decir que es la versión cómica de Leverage. En resumen, el tipo de serie que necesitaba una cadena como la Fox. Y solo por eso, seguramente le vaya bien. De hecho, no está para nada mal; aunque algo forzada, su desarrollo es sencillo y agradable a la vista, aunque sus recursos cómicos son bastante previsibles.
Michael Rosenbaum como Dutch, el novio malote de Melanie
Por tanto, si te gustan este tipo de series, Breaking In es un buen caballo al que apostar. Pero si lo hacéis, no os llevéis las manos a la cabeza al ver tanto estereotipo junto.
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A mí me pareció un piloto un poco caótico, demasiada información en solo veinte minutos, y muchos topicazos. No me la voy a quedar, es bastante prescindible.
ResponderEliminarYo le voy a dar un intento más, pero no tengo mucha fe. Saludos y gracias por pasarte!
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