Tras un divertido piloto en el que se nos introducían grandes personajes, la nueva serie de Matthew Perry sigue sacándonos sonrisas. A mí por lo menos.
En este segundo capítulo, Ben cumple 10 años de empleado en el Sunshine Center y cree que le van a hacer una fiesta, pero se encuentra con que lo más significativo es que a Heather (su asistente prende-gente) ha cumplido con lo establecido tras su incidente, y va a dejar de ser la secretaria de Ben (ahora deberá entrenar, Dios sabe cómo, a Roman); y que Crystal ha organizado un concurso premiando al empleado más valioso con un carrito de golf para pasear por el estadio tal y como lo hace ella.
Esa noche, el Sunshine va a recibir a la súper estrella del pop (rock, según él) adolescente Eli Cutler (Nick Jonas, de los Jonas Brothers), quien resulta ser terriblemente insolente, insoportable e imposible de complacer, y hace a Ben pasar por más de un apuro al estar prácticamente todo el personal del estadio compitiendo por el reconocimiento de Crystal para así ganar el premio.
Finalmente, el duro trabajo a lo largo de los años de Ben se ve reconocido, aunque no gana el carrito (todo el concurso es una treta de Crystal para acercarse a su hijo). Para terminar, Roman ayuda a Heather a volver a su puesto de asistente quemando su premio. Quemar cosas parece que funciona.
Sinceramente me gusta cómo están desarrollando la serie, así como los personajes. Aún es pronto para decir nada, pero espero que no sea una de las cancelaciones tempranas que suele haber, porque, para mi gusto, es muy, muy divertida, y series como esta, ahora mismo no abundan. No es por abusar, pero me ha gustado actuando hasta el ricitos Jonas en ese papel. Grandes interpretaciones, grandes guiones de humor fácil e irónico/sarcástico, hacen que los 20 minutos se pasen como si fueran 3. Felicitaciones señor Bing... digooooooo... Perry.
Curioso, yo pensaba darle un par de marguen, pero el segundo me pareció tan flojo como el primero y la he dejado.
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