Pero qué insulsa se está volviendo esta serie. Cuando la creatividad se acaba y solo queda en pantalla el lado frívolo del buenrollismo, los escalofríos son la única respuesta ante veinte minutos de indiferencia expresada en un juego de comedia barato. Capítulo malo, capítulo divertido, capítulo de jeje (risa insegura), capítulo narcótico... no hay constancia, y eso no es bueno.
Lo mejor de todo es que se lo buscan ellos mismos, aunque eso no explica cómo pueden dormir por las noches. Si en el episodio anterior no hubieran matado inexplicablemente al padre de Marshall, ahora no tendrían que hacer un capítulo sobre su funeral. ¿Acaso la explicación de esa muerte era justificar el episodio de esta semana? Casi que prefiero la opción "mala": alargar la temporada con tramas innecesarias. Esto es un desastre.
Como decía, el capítulo de esta semana se centra en el funeral del padre de Marshall y sobre las últimas palabras de éste a su hijo. Mientras que a su madre y hermanos les despidió con grandes frases, a Marshall no paró de decirle cosas estúpidas, que Marshall va recordando poco a poco como mediante ataques de lucidez temporales. Después de muchos intentos, descubre que su padre le dejó un mensaje en el buzón de voz en el que, casi al final, le dice que le quiere... y luego le dice otra frase marshalloide. Qué bonito.
El resto de la tropa se dedican a sus propios asuntos. La que mejor se porta (últimamente es la única ya que ni Barney anda fino) es Robin, que se lleva el bolso de una perversa Mary Poppins repleto de alcohol, drogas y juegos viciosos (Spoon full of sugar? Grow up). Ted y Barney intentarán, por otra parte, animar a su amigo enseñándole vídeos de tíos que se golpean los testículos, sin mucho éxito. Por último, Lily encuentra su función ayudando a Judy, la madre de Marshall, a sobrellevar el funeral. Los amigos se enfrentarán juntos a estos momentos de despedida y se imaginarán cuáles serían las últimas palabras de sus padres si murieran repentinamente. Barney no puede, pero todo parece indicar que está preparado para conocer a su verdadero padre.
En definitiva, un tostón que lamentablemente nos intentan enmascarar con alguna que otra aparición "estelar" como las del omnipresente Ray Wise como padre de Robin (sustituyendo a Eric Braeden), Chris Elliott como padre de Lily (solo la voz) o Danny Strong como reverendo.
Solo espero que algún día no muy lejano How I Met Your Mother recupere la constancia de capitulazos de hace unos años. Difícil, pero no imposible.
Nota: Espero no haberme perdido ninguna cuenta atrás o símbolos perdidos en el decorado. ¡Que esto no es Fringe, por el amor de Dios!
How I Met Your Mother S06E14. Last Words
18 de enero de 2011
¿Desastre? No me extraña que esta entrada no tenga comentarios, menuda mierda de crítica has hecho... No se si te has dado cuenta que esta serie es comedia/drama/romántica, no es la primera vez que pasa algo dramático.
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte, Anónimo! Está claro que no has entendido nada de lo que he escrito, pero a pesar de que tu única razón para entrar aquí y comentar es insultar mi trabajo, no voy a borrar tu comentario porque me caes bien. ¡Un saludo!
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