Esta semana en The Good Wife, Alicia y Will tendrán que defender a su cliente, Randall Simmons, ante un juzgado militar, a pesar de que fue absuelto en un juicio civil de haber asesinado a su mujer. Hasta ahora hemos visto cómo se las arregla en su terreno, pero a ver cómo se desenvuelve entre militares.
Por otro lado, Diane y Derrick se enfrentan, aunque no directamente, debido a que cada uno de ellos lleva a dos clientes que tienen entre ellos varias diferencias y por este motivo deben dejar a uno de ellos. Will es el que tiene que dar el voto para que uno u otro dejen de ser clientes del bufete.
Además, Eli se encontrará con una antigua "amiga", a la que no le agrada mucho ver.
En definitiva, otro episodio rotundo y cargado de tensión, gracias a un caso que como siempre es brillante. ¡Empecemos!
Después de que la Fiscalía perdiera un caso contra Randall Simmons, militar acusado de asesinar a su mujer, Cary, ahora agente de la Fiscalia, es humillado por su superior, el agente fiscal Matan, porque Cary quería que le culparan de asesinato en primer grado, cuando había un acuerdo de segundo grado y ocho años de cárcel. Cary acude a una antigua amiga para resarcirse, la JAG (abogada del ejército) Melinda Gossett, que le echa un vistazo al caso y acusa a Simmons del mismo cargo, asesinar a su mujer.
Cuando Will se entera, ya que estaba "ocupado" con una periodista, con la que se enrolla más adelante en el capítulo, acude a defender a su cliente, ya que el double jeopardy (non bis in idem o doble acusación) no está permitido en los Estados Unidos. Sin embargo, en este caso sí, ya que Simmons era un militar en la Reserva en el momento del crimen, y el Ejército le puede juzgar. Aunque a Simmons se le ha concedido a un abogado militar de oficio, también quiere que le defiendan Alicia y Will. Lo primero que hacen es preguntarle sobre el asesinato, y él les dice que no es culpable. Él iba a viajar a Canadá para evitar que le llevaran a Afganistán. Pero esto es algo que no se puede contar en un juicio militar, ya que es deserción.
Los juicios militares son muy diferentes a los civiles, algo de lo que Will se da cuenta en seguida. Una jueza estricta les deniega todo tipo de pruebas, testigos e incluso recesos, ya que el código por el que se rige este sistema es diferente. Gracias a Blake, el investigador de Derrick (Kalinda en un principio estaba en otro asunto), pueden obtener una serie de pruebas pero no disponen del tiempo necesario para presentarlas. El abogado de oficio, el teniente Terrence Hicks, héroe en Afganistán, pueden conseguir documentos que sin él no podrían.
Y es que debido a la falta de tiempo, Will tiene que tomar una decisión que roza la locura: ante la negativa de otorgarles un receso, comete la imprudencia de cometer el delito de desacato con la jueza, que hace que lo encierren pero que le otorga 24 horas a la defensa. Tiempo suficiente para que Alicia, ahora en la primera silla, encuentre un informe militar de la escena del crimen con varias huellas dactilares y encuentre a la mujer de uno de los poseedores de las huellas (que por mala suerte había muerto), la señora Joyce, gracias a Kalinda, de vuelta al ruedo y algo dolida por la participación de Blake. Ella mintió en el estrado, como había dicho, así que Alicia sube a Cary Agos, que llevó el caso a Gossett y que habló con la mujer de Joyce, que le confirmó que la mujer de Simmons había estado con otro hombre, Gauthier, el que evitaría que llevaran a Simmons a Afganistán.
Es decir, que la mujer de Simmons se había estado acostando con Gauthier, siendo extorsionada para intercambiar sus favores sexuales por su marido. Gauthier la mató, para evitar que le contara a Simmons la verdad, ya que Gauthier ni siquiera tenía la autoridad para evitar que mandaran a su marido a la guerra. Por lo tanto, Simmons es declarado no culpable.
Por otro lado, en el bufete, hay un ambiente de tensión debido a que dos importantes clientes, Joe Trippi y Lou Dobbs (ambos personajes reales), tienen un conflicto. Tienen que abandonar a uno de ellos y Diane le pide a Will que la respalde cuando vote por Tripps, su cliente. En la votación, Derrick lleva las horas facturables con Dobbs, superiores a las de con Tripps, y Will le da su apoyo al nuevo socio. Diane se siente humillada y encarga a Kalinda que investigue si entre Will y Derrick había una relación anterior a la fusión. Cuando Dobbs habla con Diane y la elige como su abogada, ésta deja pasar el asunto, pero Kalinda viene cargada con información. La conoceremos, supongo, en el siguiente capítulo. Y me intriga de verdad.
Además, un nuevo vídeo semierótico de Amber, la puta de Florrick, en el que le canta una canción con imágenes del propio Peter (cogidas en una videoconferencia falsa, como se da cuenta Eli con retraso) causa un revuelo en la sede del candidato. Allí, Eli encuentra a Becca trabajando, la ex-novia de Zach que twitteaba todo lo que ocurría en la familia Florrick gracias al despistado muchacho. Eli la expulsa inmediatamente.
Zach, que escuchó a Eli y su padre hablar sobre el tema de la stripper, pretende ayudar, y lo que Eli le dice es que para ayudar mejor no le cuente a Becca nada, ya que la chica le dijo que el muchacho le había pedido ayuda en la campaña. Cuando Zach va a discutir con Becca, la chica le dice que lo de la campaña era para resarcirse de los errores del pasado, que ahora quiere ayudar. Zach en principio no la cree, pero cuando la chica le dice que pueden devolverle la jugada a Childs con su hijo Gleen Childs Jr., Zach la sigue como un corderillo. Y en efecto, Becca crea un perfil del hijo de Childs en una red social con información humillante (si me ponen que soy fan de Miley Cyrus también me moriría de vergüenza). Esperaremos a ver qué sucede en esta trama.
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