En todas las series es interesante ver cómo personajes de temporadas anteriores vuelven a escena. Pero cuando se trata de alguien prescindible que únicamente aparece en un capítulo, la cosa podría no acabar de cuajar. Esto cambia si ese personaje es Alejandro Fulgencio Goya, el jefe oficial militar de Costa Gravas... El Generalísimo, que vuelve para invitar a su "salvador", Devon, y a Ellie a unas vacaciones de ensueño en su "país" (o lo que sea), con su acento y mezcla de idiomas característico y la mar de cómico, que provoca que un capítulo sin prácticamente nada que avance la historia, se convierta en un buen capítulo.
La semana pasada vimos como el anillo de compromiso de Big Mike cae a la base secreta, donde Chuck lo recoge, y mientras está hablando con Sarah de ir despacio, todo lleva a pensar que le está proponiendo matrimonio. El capítulo de este lunes empezó justo en este punto.
Tras "aclarar" a su manera que no era una proposición, Sarah y Chuck siguen como si nada hubiera pasado, pero Morgan, que, como buen mejor amigo, en todo se tiene que meter, convence a Chuck de que siga a un libro que están promocionando en el Compra Más (me niego a llamarlo Buy More... Compra Más es mucho mejor) sobre las 101 conversaciones antes del "Sí quiero", y Chuck lo va siguiendo, sin decirle a Sarah de qué trata exactamente... simplemente haciéndose preguntas el uno al otro.
Tras una llamada de la General Beckman, la pareja va a una misión (Casey sigue en silla de ruedas por el disparo) a la embajada de Costa Gravas, porque hay un hombre (un asesor de confianza del gerneral) al que se ha visto en la ciudad, a la que ido sin previo aviso, y no saben qué va a hacer. Pero cuando llevan un rato allí haciendo guardia, reciben una llamada diciendo que no es allí a donde se dirige, sino a casa de Ellie y Devon, para ofrecerles el viaje de parte de Goya, que ha grabado una cinta súper profesional...
Chuck y Sarah, deciden ir también, ya que les han dado un par de días libres.
Ya allí, después del característico saludo de El Generalísimo, les presenta a su mujer Hortencia de la Corazón Goya (una despampanante Tia Texada), y, siguiendo con la fiesta, descubre una estatua gigante de Devon con el torso al descubierto, pantalones de médico y un estetoscopio al cuello que le han regalado por sus servicios al país (¡FALLO! En la placa de la base, han traducido al español lo que se supone que sería "Por su honorable servicio a la nación de Costa Gravas" pero en vez de eso... han puesto "Para su servicio honorable a la nación de Costa Gravas"... que no cuesta tanto hacer una buena traducción de una frase...)
Tras tener Chuck uno de sus flashes e ir a investigar, con la ayuda de Casey al teléfono, se da un golpe de estado liderado por Hortencia, de donde consiguen escapar, llevándose con ellos unas fotos hechas por Sarah del sótano secreto del palacio, así como al general.
Gracias a otro flash de Chuck, descubren que Costa Gravas tiene armas nucleares, la mayoría de ellas, según cuenta Goya, apuntando a ciudades americanas. La cosa no debería ser preocupante, puesto que se necesitan dos llaves para activarlas, y él lleva una colgada al cuello (aunque la otra se la regaló a su mujer), y mientras esté junto a Casey, el Ángel de la Vida (antes de la Muerte), se siente seguro. Hasta que ese un asesor de confianza que iban a vigilar al principio del capítulo, le traiciona, porque está aliado con su mujer, le roba la llave y se marcha con el mismísimo general de rehén, que ha dejado k.o. a Casey de un mazetazo.
Chuck, Sarah y Casey vuelven a Costa Gravas y, con la labia de Chuck y lo que ha aprendido del libro de Morgan, acaba por hacer que Goya y su mujer se reconcilien y acabar así con el golpe de estado.
Lo único que parece tener relación con la historia que está siguiendo esta temporada, ocurre cuando Chuck tiene un flash referente a Volkoff y a su madre, "Frost", con uno de los artefactos del sótano en Costa Gravas, donde Goya le confirma que compró las armas a Industrias Volkoff , que se trataba de parte de lo que llamaban "Proyecto Faro" (de lo que habíamos oído hablar en el capítulo anterior) y que oyó hablar mucho de la tal Frost, sin llegar a conocerla.
En un segundísimo plano tenemos también el comienzo del ya esperado romance entre Morgan y Alex, la hija de Casey, que no sé vosotros, pero yo estoy deseando ver su reacción cuando se entere. Acabamos sabiendo que Sarah, pese a sus continuos miedos a echar raíces, le dice a Chuck mientras duerme que si le propone matrimonio, la respuesta sería SÍ.
OPINIÓN: Un capítulo muy divertido sin grandes dosis de acción, de relleno pero aceptable.
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