En una familia donde la mayoría de sus miembros adultos trabajan por y para el cumplimiento de la ley, la pérdida de un agente de policía, aunque no vaya los domingos a comer a casa, es como perder a un miembro de la propia familia. Y si hay alguien que quiera capturar a un asesino de policías en Nueva York, ese alguien pertenece sin dudarlo a la familia Reagan. Y si el asesino está relacionado con otra familia, esta vez al otro lado de las rejas, una familia de criminales... ¿se tomará la familia Reagan la justicia por su mano o dejará que ésta actúe por su cuenta?
Un capitulazo imprescindible que te deja con la boca abierta en varios momentos, y con la sensación de que no es concebible una serie de tal temática en España, por ejemplo. Vedlo y pensaréis lo mismo.
Destaco la presencia de Jennifer Esposito (
Samantha Who?) como nueva compañera de Danny. Espero que dure más que los demás,
aunque no es muy difícil.
Tres atracadores roban varios millones de dólares en joyas y diamantes. En el camino a la furgoneta que les llevará lejos de la escena del crimen, una agente de policía se cruza con ellos de casualidad. Después de un momento de confusión, tanto ella como los ladrones sacan sus armas:
vuelan las balas y la agente muere, no sin antes herir a uno de los criminales.
Mientras tanto, lejos de ahí, Jamie se acerca en la comisaría a Danny para preguntarle sobre Blue Templar, a lo que su hermano ignora la pregunta como si de un periodista se tratara. Al mismo tiempo, el abuelo Henry va a hacerle una visita a su hijo Frank, comisario de policía.
Cuando les llegan las noticias de que hay un agente caído, Frank se pone en marcha. La agente, Michelle Martin, en servicio varios años, casada y con un niño de 6 años, es la fallecida. Estaba en la zona disfrutando de un periodo de descanso cuando ocurrió todo. Después de organizar a su equipo y poner en marcha la investigación, Frank vuelve a la oficina para dar el pésame a la familia de la agente.
Danny, como no, se encarga del caso con su
nueva compañera Jackie. A pesar de que lleva muchos años haciendo este trabajo, para su mujer
Linda el terror llega cuando se reciben noticias de un agente herido, esperando que no sea su marido; así se lo comenta a Sidney, la prometida de Jamie.
Danny y Jackie encuentran una cámara que está enfocada hacia la escena del crimen, pero descubren que hay un operario reparando una farola justo delante. Él lo hizo porque le debía dinero a su corredor de apuestas,
Rocky Vintano, que le obligó. Ricky, hijo de Happy Jack, un antiguo hombre de negocios.
Happy Jack es un antiguo "amigo" de Henry. Ambos estuvieron en la Marina durante la guerra de Corea y de vuelta en la ciudad tuvieron
varios encontronazos, aunque para Henry, Happy Jack era un
"buen tío malo", que dentro de la ilegalidad no movía ni drogas, ni armas, ni mujeres. Así se lo cuenta a su nieta Erin, además de decirle que le preocupan los asesinos de policías, porque saben dónde se encontraba la línea que han cruzado al cometer semejante crimen. Al día siguiente, Henry visita a Happy Jack y le pregunta por Ricky, pero aunque no consigue mucha información, un equipo de policía les ven juntos.
Frank se decepciona mucho con su padre, preocupado de que haya puesto en peligro la investigación.
Danny y Jackie encuentran otra pista: el camarero de uno de los bares de Ricky. Él les da información sobre el ladrón herido durante el tiroteo,
Jimmy Costello, hijo de otro mafioso; y sobre el cabecilla, un extanjero. También les habla del coche que los tres ladrones utilizaban, así como una parte de la matrícula (que recuerda por su madre). Gracias a un ticket de aparcamiento, los inspectores encuentran el coche del que les habló el camarero, con Costello dentro; no muerto por las balas, sino por estrangulamiento:
después de ser útil se deshicieron de él. El tercer ladrón y asesino, es un albanés conocido como
"Monster", responsable de este último cadáver (de momento).
En el funeral de Michelle la familia Reagan está presente, vestida con los uniformes de gala. Frank habla, elogiando a la agente caída, prestando sus condolencias a la familia, sobre todo al niño de seis años, presente en el funeral.
Después del acto, Jackie espera a Danny para llevarle ante una nueva prueba: han rastreado a Ricky a través de su novia. Los inspectores llegan justo cuando el criminal y su ahora cómplice están a punto de escapar. El detestable personaje no para de pedir un abogado como si de un juego se tratase, y Jackie tiene que calmar a Danny para que no le mate ahí mismo. Después de enseñarle un lugar donde el padre de Ricky, Happy Jack, asesinó a otro asesino de policías en los 70 (razón por la que no le condenaron), consigue impresionar al mafioso de poca monta que es el hijo, que le da la localización de Monster.
Allí, los inspectores y por lo menos treinta SWAT esperan a capturar al asesino. Pero éste no se rinde fácilmente: en cuanto abre la puerta del garaje en el que se esconde, empieza a disparar a los agentes, recibiendo a cambio cientos de balas procedentes de todos los policías que estaban presentes. No ha habido justicia para el asesino, salvo la de la sangre. Danny "por fin podrá dormir esa noche".
Como siempre, en este episodio también hay una comida familiar. Frank sigue preocupado por la actitud de su padre y Erin y Danny tienen su habitual confrontación ética, pero esta vez mucho más relajada.
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