Priviledge trata, como siempre, de una cuestión ética, en este caso del exceso de derechos otorgados a ciertas personas (como aquí, personas con inmunidad diplomática) que se pueden aprovechar del sistema para actuar del modo que quieran.
Un gran punto positivo en este capítulo es la participación de otros miembros de la familia en el caso semanal, y no solo del personaje de Danny.
En el campus de la universidad de Nueva York, un todoterreno negro parece que está siguiendo a una chica que camina por la calle, que al darse cuenta de la situación, corre. Un hombre sale del coche y la persigue, hasta atraparla. El detective Danny Reagan es llamado a investigar el caso, esta vez sin compañero (ya lleva dos). Parece ser que esta chica es la segunda que ha sido atacada esa misma noche. De repente, llaman a Danny para informarle que otra chica, la tercera, también ha sido atacada, pero esta vez, violada. La chica consiguió quitarle la máscara que le cubría la cara y verle la cara, y así darle un retrato robot a la policía.
Mientras tanto, en casa de los Reagan, el abuelo Henry le está enseñando a Jamie a manejar su porra de policía. El segundo está tan concentrado en lo que está haciendo que ni le presta atención a su prometida Sidney, que está intentando hacer planes para su boda.
El padre, Frank, está en una cita con Kelly, en un restaurante que ha conseguido para ello solos gracias a un favor que le debían. De repente, llaman a Frank al teléfono y se tiene que marchar a la escena del crimen (la de la violación), pero Kelly toma rápidamente la dirección y se marcha con un equipo de grabación al mismo lugar. Cuando Frank llega a su oficina, Kelly aparece en directo en la televisión, parece que está un paso por delante de la investigación.
Danny visita a la tercera víctima, la que ha sido violada, en el hospital, y conoce a su padre, Walter. Él está muy apenado y preocupado por la situación, y Danny le promete que encontrá al responsable y lo meterá entre rejas. Después visita a la segunda, Courtney, y conoce a su novio Blake, al que encuentra extraño y le descubre un misterioso tatuaje en el antebrazo.
Cuando vuelve al cuartel, encuentras dos posibles coches que coinciden con el del crimen. El primero es de un hombre que parece culpable porque huye, pero tenía una coartada. El segundo es propiedad de la familia Calso, una importante familia argentina con inmunidad diplomática. La madre no parece muy cooperativa con la policía y Danny tiene que buscar a su hijo, Sebastian, que está en el campus de la facultad, pero antes de hablar Danny con él aparece su padre, Claudio.
La prueba de Claudio arroja una prueba parcial a la investigación, demostrando que Sebastian es la persona que están buscando, pero que no pueden detener. Frank contacta con Argentina para que le retiren la inmunidad diplomática al chico, pero se la niegan. Por eso, acude a Erin para preguntarle qué pueden hacer para capturarle.
Erin, que ya había trabajado antes en un caso de inmunidad, aparece con una orden de registro de propiedades, por lo que Danny puede registrar a Sophia, la madre, que no mencionó que ella y su marido, Claudio, estaban divorciados. Para evitar el verse involucrada con un delito y así que su imagen social no se vea empañada, convence a su hijo para que le interrogue la policía. En el cuartel, el chico se muestra burlón y poco cooperativo, pero Danny es más listo: apagó el aire acondicionado y cuando el chico se marcha, consigue una muestra de su ADN, que lleva a investigar. Además, se da cuenta de que el chico tiene el mismo tatuaje en el brazo que Blake, el novio de Courtney.
Cuando Frank está intentando dejar a Kelly por teléfono, ya que esta está entorpeciendo su trabajo, Claudio llega, y el comisario le informa de que su hijo es un violador y que la última pueba de ADN coincide con un caso en Argentina. O Sebastian va a Argentina y es condenado en un sistema mucho más duro, o le es retirada su inmunidad en los Estados Unidos para así ser juzgado aquí.
En casa de los Reagan, Jamie está con su abuelo mirando fotos antiguas y se da cuenta de que Danny lleva en una foto el pin de los Blue Templars. Henry, el abuelo, se lo confirma y le cuenta que la organización fue creada en sus tiempos (es decir, que él fue miembro) para limpiar a la policía de corrupción, pero rápidamente evita el tema.
Cuando termina el caso, con Sebastian arrestado, Frank recibe una caja de puros de parte de Kelly pidiéndole perdón. Toda su familia le felicita por el caso.
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