La sensación que te deja The Chair cuando terminas de verla es de haber visto algo inacabado. Suspiras sorprendido hacia la tele un “ah, ¿esto era todo?" Son solo seis episodios de media hora, y quizás eso tenga gran parte de la culpa de esa sensación de coitus interruptus, pero sinceramente, no creo que más episodios hubiesen podido espabilar esta historia que tiene muchas intenciones pero poca capacidad de prender la llama que arrase con el misógino, xenófobo y arcaico sistema académico que nos presentan.
Sandra Oh (Killing Eve, Grey's Anatomy) interpreta a Ji-Yoon Kim, la primera jefa mujer del departamento de Inglés de la Universidad de Pembroke y además es asiática. Un buen golpe para todos los señoros anclados en los mismos métodos de enseñanza desde hace 40 años y que ven en una generación joven y preparada una auténtica maldición que amenaza con destrozar sus vidas. Como si al invocar el nombre de sus compañeras ante el espejo se materializarse un mal peor que Bloody Mary o Candyman (que está ahora en los cines).
Desafortunadamente la lucha de Ji-Yoon se ve opacada por la cultura de la cancelación que acapara la mayor parte de la trama. Bill Dobson (Jay Duplass, Transparent) es un profesor viudo que se convierte en un paria cuando hace en clase un chiste sobre el nazismo que sacado de contexto acaba haciéndose viral. Ji-Yoon debe centrarse en hacer control de daños mientras ayuda a su mejor amigo-novio a no perder su trabajo.
Es curioso y bastante molesto que una serie con un marcado corte feminista convierta a su protagonista femenina en un personaje secundario de su propio relato. Ji-Yoon es un sujeto paciente que no lidera acciones, sino que reacciona a todo aquello que sus compañeros hombres echan sobre su espalda. No toma medidas revolucionarias, no se convierte en la cara de un movimiento liberador dentro de las aulas, sino que se convierte en un ser demasiado complaciente y que tolera en exceso las directrices de los hombres más veteranos de su departamento.
Puede que sea esto lo que busque la serie, mostrar como cuando incluso una mujer alcanza el poder está supeditada a lo que otros digan, y por otros nos referimos a hombres blancos heterosexuales. Yaz McKay, el personaje interpretado por Nana Mensah (13 Reasons Why), se lo dice muy claro a Ji-Yoon, parafraseándola viene a decirle que actúa como si tuviese el puesto que tiene porque los hombres se lo permiten y no porque se lo haya ganado por su valía.
Mención especial a Joan Hambling (Holland Taylor, Two and a Half Men), que vive su propio despertar feminista cuando consigue articular al fin todo aquello que se había callado durante los 32 años que lleva enseñando en Pembroke, pero sobre todo, todos los aplausos para la pequeña Ju-Hee (Everly Carganilla), la hija de de Ji-Yoon, que consigue el impresionante logro de convertirse en un alivio cómico en una comedia. Su debate sobre sus orígenes, la relación con su madre y sobre todo su amistad con Bill son de lo más destacable de una serie que está bien. Porque al fin y al cabo, The Chair está... bien.
COMENTARIOS