De los 773 personajes regulares de las 96 series en emisión en horario de prime time en las networks (ABC, CBS, The CW, FOX y NBC), 70 son LGBTQ (9,1%), según los datos del último estudio de la Gay and Lesbian Alliance Against Defamation (GLAAD) Where We Are on TV 2020-2021. Uno de los creadores más prolíficos a la hora de incluir personajes y actores LGTBQ en sus series es Ryan Murphy y aunque casi todo su trabajo ahora esté en el cable y el streaming, todavía tiene un par de series en abierto (9-1-1 y 9-1-1: Lone Star) que dan visibilidad al colectivo ante una audiencia, en teoría, más tradicional.
Las dos series de emergencias son precisamente las grandes olvidadas cuando hablamos del enorme repertorio de Ryan Murphy, eclipsadas por las famosísimas Glee, American Horror Story, American Crime Story o las que surgieron de su contrato millonario con Netflix como Hollywood, The Politician o Ratched, pero responden en cuanto a inclusión con 5 personajes LGTBQ regulares, y uno recurrente pero con bastante presencia en la trama.
La primera de las dos series, la 9-1-1 original, contaba en un principio con Hen (Aisha Hinds, personaje regular) y Karen (Tracie Thoms, personaje recurrente) que interpretan a la primera pareja LGTBQ confirmada de la serie. Son dos mujeres lesbianas de color que arrancan con algún que otro problema en su relación, pero cuya mayor historia en las cuatro temporadas que llevan es su intento de convertirse en madres por segunda vez. Desde el arranque, son madres de Denny, el hijo de la expareja de Hen (que está en prisión). Hen es miembro de la brigada 126 y su orientación sexual en el trabajo nunca ha sido un problema, de hecho, los problemas más graves que sufre en sus inicios los vemos en un episodio flashback cuando su antiguo capitán la menospreciaba por el hecho de ser mujer. Pero como ella misma recuerda a una de sus compañeras de clase en la última temporada, siendo mujer, negra y lesbiana entiende lo que es tener un camino complicado.
El otro personaje principal LGTBQ es Michael Grant (Rockmond Dunbar), que comienza la serie casado con Athena (Angela Bassett) pero que acaba saliendo del armario a los pocos episodios. Una historia la suya que pierde peso con el paso del tiempo, en parte porque es el único personaje regular que no pertenece al grupo central de emergencias, por lo que su presencia en la serie se limita a mostrar su papel como padre.
Por su parte, 9-1-1: Lone Star parece tomarse más licencias en cuanto a inclusión se refiere. De hecho, el capitán Strand, el personaje de Rob Lowe, se dedica a fichar a bomberos de todo el país con la inclusión racial, sexual y de culto por bandera, sobre todo para mejorar la imagen tradicional del cuerpo en un estado tradicional como Texas.
TK y Carlos son el shippeo oficial de esta serie. TK es paramédico y el hijo del capitán y Carlos es el único policía con nombre en toda la ciudad. Empiezan su relación como algo puramente sexual, pero acaban evolucionando en una pareja enamorada que vive junta sin mostrarnos prácticamente nada de esa evolución. No entendemos muy bien la necesidad de apresurarla tanto, pasan de no querer tener una cita formal a presentarse a la familia de la noche a la mañana. Son jóvenes y guapos y ahora se han convertido en la cara LGTBQ del mes del orgullo de este año en FOX (tercera cadena más inclusiva en sus series según el estudio de GLAAD) después de que Ronen Rubinstein anunciase en abril su bisexualidad.
El último personaje regular de la lista es Paul Strickland (Brian Michael Smith), un hombre trans que recibe especial atención como buen ejemplo de inclusión en la investigación base de este artículo. Por el momento no ha tenido toda la exposición que debería, casi nunca ha podido liderar alguna trama. De hecho, la primera historia que tiene es un ligue episódico que le deja antes de empezar a salir porque no acepta que sea trans. Su momento más relevante viene de la mano de su hermana pequeña, una chica que tenía 9 años cuando su hermano empezó la transición y que no ha sabido reponerse del shock que sufrió de niña al ver como su hermana favorita desaparecía y era sustituida por un hombre. Por suerte Paul consigue reconciliarse con ella, después de asegurarle que la hermana que creía tener había sido siempre su hermano.
Los fans de la franquicia tienen bastantes esperanzas puestas en que 9-1-1 siga aumentado su representación LGTBQ, y es que llevan tres temporadas a bordo del ship de Buck (Oliver Stark) y Eddie (Ryan Guzman), dos personajes hasta el momento heterosexuales pero cuya amistad y conexión ha hecho que los seguidores de la serie pidan a gritos una relación. De hecho, Jennifer Love Hewitt, que interpreta a la hermana de Buck, es otra de las fans de la posible relación, e incluso Maddie, su personaje, parece querer que su hermano se lance con algún que otro comentario a lo largo de la serie. Nosotros nos sumamos a la idea, aunque sea por aumentar la visibilidad de la bisexualidad en abierto. Según el mismo estudio que mencionábamos al inicio, solo hay 13 mujeres y 5 hombres bisexuales en las networks, teniendo en cuenta tanto a personajes regulares como a recurrentes.
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