¡Quién nos iba a decir que una de las series más sorprendentes del año iba a estar protagonizada por Marianico el Corto! Pero claro, si algo nos está dejando claro 2020 es que tiene más sorpresas y más giros de guion que Perdidos en sus mejores temporadas. Originalmente emitida en Aragón Televisión, estará disponible a partir de pasado mañana, día 17, en HBO.
Si sabes quién es Marianico el Corto y recuerdas ver en familia a la hora de comer el programa que le catapultó a la fama, es que tienes más años que un bosque. No te preocupes, yo también me acuerdo. Si no sabes de qué estamos hablando, no pasa nada tampoco, vas a tener la posibilidad de descubrir al hombre antes que al personaje. Entiendo que para los que no hayan oído ni visto nada sobre ella, la idea de ver una serie sobre la vida de un humorista veterano, casi anónimo a día de hoy, pueda no resultar atractiva, pero hacedme caso, merece mucho la pena.
El último show nos cuenta la vida de Miguel Ángel Tirado, que así se llama en realidad, casi treinta años después de que el programa No te rías que es peor lo trajera a nuestras vidas. Miguel no asume su divorcio y, mientras su representante intenta resucitar al personaje, solo quiere recuperar a su mujer y a su familia.
La serie habla del pasado, del presente, de la familia, los amigos, la soledad, de las nuevas y las viejas generaciones. En definitiva, de la vida. Si algo me ha producido la serie es ternura. Acompañar a Miguel Ángel en esta nueva etapa de su vida ha sido un regalo. Nos habla de la madurez sin paternalismos, de que los deseos, los sueños y los proyectos no entienden de edad. Vemos a una mujer madura saliendo con un hombre más joven, una relación sincera, llena de amor y deseo, sin intereses de por medio. A un hombre que intenta adaptarse y a una adolescente que empieza a encontrar su voz y su lugar en el mundo. Pero ¿acaso no están sus abuelos haciendo lo mismo? Igual es que nunca dejamos de buscarnos.
El último show tiene la capacidad de conectar con público de todas las edades, y eso es gracias a su realismo, a su sinceridad y a la paleta de personajes con la que es difícil no conectar. No es la primera vez que series creadas y emitidas en cadenas autonómicas dan el salto a plataformas nacionales, ya lo vimos con Merlí o las más discretas La víctima número 8 y O sabor das margaridas, entre otras, lo que demuestra también un cambio en la ficción española y en la importancia de apostar por este tipo de proyectos.
La serie está llena de caras conocidas, como Luisa Gavasa (Las chicas del cable), Itziar Miranda (Amar en tiempos revueltos), María Isabel Díaz Lago (Vis a vis); de nuevas promesas, como Laura Boudet (al fin una adolescente interpretada por una adolescente) y de cameos que no voy a desvelar porque forman parte de la experiencia, como en Paquita Salas. Si buscas evadirte de la realidad, algo más que comprensible y necesario estos días, esta es la serie perfecta para ello.
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