Este año vamos a sacar la vena periodística y no solamente aprovechar estas listas para recomendar e intentar salvar cuentas pendientes seriéfilas a nuestro alrededor. No todo es malmeteros para que os escaqueéis de compromisos sociales y familiares viendo la tele. En su lugar, vamos a prestar servicio informativo y recopilar diez de los titulares que resumen bastante bien lo que ha sido este año en cuestión televisiva, defunciones aparte, salseos incluidos. Siempre salseo rico.
10. La muerte y resurrección de One Day at a Time
La burbuja del sueño de Netflix reventó con este duro golpe al happy place de Rita Moreno y descendencia. Tras múltiples temporadas mendigando a Netflix que nos rescatara series cual “alcalde, dame una casa”, con One Day at a Time descubrimos que Netflix también tenía su guadaña, que la media de la longevidad de sus series estaba en torno al dos y medio pelado y no supimos a dónde irnos a llorar. Netflix ya no repesca, está muy liado con sus 198 producciones anuales, y ahora tenemos que irnos al cable básico a buscar cobijo, aunque sea sin maratón. Gracias, amigos de Pop, quien quiera que seáis.
9. Kurt Sutter, otro al paredón
Evidentemente la sección de escándalos pasaba por un señoro acabándosele el cuento. Aprox. Kurt Sutter, tras múltiples acusaciones de comportamiento indebido genérico, era despedido de FX, la cadena donde llevaba escribiendo desde tiempos de The Shield. Al showrunner de Sons of Anarchy y ahora los Mayans. Aunque haya salido de FX y Mayans MC vaya a continuar sin él, su contrato con la FOX madre, Disney y la cabeza del conglomerado de turno no se ve afectado, por lo que con reconocer literalmente que ser tan capullo te acaba llevando a los juzgados, del paro se ha conseguido librar.
8. Ruth Wilson y la ponzoña de The Affair
El tema del desnudo femenino en la industria del entretenimiento recibía una buena tonelada de leña para el fuego gracias a la protagonista de The Affair. Ruth Wilson destapaba este mismo mes la caja de los truenos: la falta de seguridad en el ambiente laboral que, denuncia, sucedía en los múltiples y demasiado alegremente usados desnudos de su personaje en la serie. La falta de una figura en las producciones capaz de velar por la línea entre abuso y arte queda abierta para debate en lo que se terminan de esclarecer los hechos detrás de cuánto cuidado ponía la showrunner Sarah Treem en su set.
7. Megan Mullally y el feud de Will & Grace
En un tono bastante más agradable de tratar, las grandes cotillas de Hollywood informan: no es oro todo lo que reluce en la resurrección de Will & Grace. Poco duró la alegría en la casa del renacido con la fuga del estandarte de la sitcom que es Karen Walker. Megan Mullally no aparecerá en varios episodios de la (re-)última temporada debido a, presuntamente, la incapacidad de coexistir que mantienen ella y Debra Messing. ¿Y cómo se sabe que esto no son rumores? Porque Megan ha dejado de seguir a Debra y a Eric McCormack en Instagram. Y, tía, eso es sagrado. El dramita de entre bambalinas se cobra un tesoro de la comedia como es la Walker, y el salseo nos entristece a la par que nos entretiene.
6. Constance Wu está hasta el higo
Otro tesoro nacional e internacional de la comedia, Constance Wu. La Wu tuvo en mayo un pequeño desliz en Twitter, que todos sabemos que lo carga el diablo: “puta mierda, estoy tan cabreada ahora mismo que estoy llorando literalmente. Ugh. Coño”. Así rezaban un par de tweets a colación de la renovación de Fresh Off the Boat, la serie que lleva protagonizando desde 2015. El exabrupto de la actriz vino con polémica por aquello de maldecir la hora en la que, momento populista, las miles de familias que comen gracias a su serie pudieran tener una temporada más de salario llegando a sus casas. Ella se disculpó, fue la frustración de tener que dejar pasar otro proyecto que suponía más reto que interpretar a Jessica Huang otro año más y, para su agrado, la sexta será la última temporada de su bien pagado calvario personal.
5. La jugada errónea de Jussie Smollett
Finales de enero de 2019: Jussie Smollett es atacado en un posible crimen de odio motivado, presuntamente, por sus críticas a la Administración Trump. El mundo se vuelca con él. Febrero de 2019: durante la investigación del caso, la policía de Chicago descubre pruebas que indican que dos hombres de ascendencia nigeriana habían recibido 3500 dólares por linchar al actor de Empire. La vorágine del caso acaba con el personaje de Jamal (a día de hoy pendiente de confirmar si volverá para el final de la serie), una multa de 10 000 dólares por denuncia falsa y tres meses de titulares que llevan a la conclusión de que orquestó el ataque contra sí mismo para subir su caché en Empire. Si esto no es carne de true crime, que baje Ryan Murphy y lo vea.
4. HBO Max y el descontrol de la burbuja
Éramos pocos y parió la HBO. Por si la llegada de Disney+ y Apple TV+ no fuera suficiente a la ingente oferta de plataformas y contenido de las mismas, Warner eleva su marca televisiva más gourmet a la era del streaming. Preparado para mayo de 2020, la sacada de minga de HBO para ponerse al día con la carrera que lidera Netflix incluye casi medio centenar de programas originales ya en producción de una magnitud tal que abarca desde una adaptación de Dune hasta un revival de Gossip Girl, pasando por rescates de series como Search Party. La próxima década definitivamente no va a incluir la frase “no tengo series para ver ya”.
3. Fleabag, reina de Emmys
Cita obligatoria de nuestro mundillo, los Emmys son una maravillosa toma de pulso para ver quién corta el bacalao y qué espaldas reciben más palmaditas de sus propios compañeros en Hollywood. Phoebe Waller-Bridge sorprendía, no falta de mérito, arrasando fuera de tierras british con su icónica Fleabag, consolidándola en el Olimpo de los guionistas y, no por nada, cerrándola un contrato de 20 millones anuales con Amazon. Fleabag, plusmarquista de la noche de premios, por encima incluso de la despedida de Juego de Tronos.
2. El sindiós de American Gods
Qué fácil era hacer este titular. La de American Gods está siendo la producción más porculera que se recuerda en años, y el auténtico milagro divino es que aún no haya sido cancelada. La serie que empezó y abandonó (sorpresi) Bryan Fuller se enfrentaba a otro cambio de showrunner junto con su renovación en febrero. Un showrunner, Chic Eglee, que ha llevado al despido a Orlando Jones y Mousa Kraish (Mr. Nancy y Jinn en la serie), levantando toda una polvareda de acusaciones de racismo y tensión en set resumidas en un “a este señor se la pelan los personajes de minoría étnica”. En vista de que nombres como Gillian Anderson y Kristin Chenoweth tampoco han sido capaces de mantenerse ligadas a la serie, hay una pregunta en el aire: ¿quién queda trabajando en American Gods?
1. Final, calvario y legado de Juego de Tronos
Desde 2007 con el final de Los Soprano, HBO no batía su marca de audiencia cerrando una serie. 11,9 millones de espectadores despidieron a Tony, cifra sobre la cual los dragones de la Khaleesi orinaron con el demoledor y legendario 13,6 con el que se siguen relamiendo los dueños del cortijo contando los billetes que han hecho con el más que controvertido final. Sin entrar en crítica de cómo se articula un arco de personaje sin virar completamente a la psicopatía en tres episodios o menos, la culminación (al menos numérica) de la ya franquicia es el tema de conversación seriéfilo del año, le pese a quien le pese.
Pero no viene sin lío. Del mismo modo que AMC está ordeñando la vaca de los muertos vivientes con otro spin-off más, HBO ha querido hacer lo mismo con su ya difunta niña bonita, pero con menos certeza, al menos en la planificación. Tras varios retoques de mayor y menor envergadura al piloto, la precuela que iba a protagonizar Naomi Watts (ilustre protagonista de la aún más ilustre Gypsy) era cancelada en el mes de octubre y nos quedábamos sin saber cómo era Westeros mil años antes de Daenerys, Jon y el “cuanto más primo, más me arrimo”.
Por el momento, de entre los diversos pitches que se barajaban para continuar la saga televisiva más rentable de la década, sólo House of the Dragon ha sido aprobada para una temporada de diez episodios que seguramente no veremos hasta 2021. Más capitalización pendiente de confirmarse.
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