Ah, el postmodernismo. Qué época tan genial, ¿verdad? El caos, la confusión y el aburrimiento más extremo han transformado nuestras vidas y nuestras relaciones. Nos hemos hecho adictos a odiar y nos encanta todo lo que nuestra razón nos prohibe. La destrucción y el amor se mezclan de maneras más sofisticadas y retorcidas complicando las cosas que, en apariencia, deberían ser sencillas. Y es que los opuestos siempre acaban atrayéndose y esto genera un choque del que los guionistas de nuestra era han sabido sacar buen partido. Por ello, hoy repasamos algunas de nuestras relaciones tóxicas preferidas de la televisión actual.
1. Noah y Alison (The Affair)
La relación de Noah y Alison nace de un elemento errático: la infidelidad fuera del matrimonio y, desde el inicio, sabemos que su relación será difícil puesto que hay más personas implicadas. Los dos se encuentran huyendo de sus vidas pasadas, buscando un refugio en la realidad, queriendo parar el tiempo y a ellos mismos y, evidentemente, su amor está destinado al fracaso. Durante la primera temporada, ambos luchan por estar juntos pero cuando lo logran en la segunda, algo desestabiliza la vida de Noah y todo se vuelve a derrumbar para abrir, en la tercera, una duda sobre si verdaderamente se han amado o su relación ha sido solo una vía de escape impulsada por un factor meramente sexual.
2. Adam y Jessa (Girls)
Y del caos surge otra relación caótica destinada al fracaso, en este caso, la de Adam y Jessa. Los dos saben que tienen prohibido estar juntos y, de hecho, Jessa (la malota del grupo) hace todo lo posible por evitarlo pero, al final, acaban cayendo. ¿Y todo para qué? Para que en la cuarta temporada su relación sea una secuencia de escenas de sexo salvaje y conversaciones sin sentido en una casa de la que parecen no haber salido en años. Lo que empieza en nombre del amor acaba siendo otra relación autodestructiva basada, únicamente, en el sexo aunque, teniendo en cuenta los antecedentes de ambos personajes, no creo que pillara a nadie por sorpresa.
3. Cersei y Jaime (Juego de Tronos)
Pero si existe una relación más autodestructiva en el sentido literal de la palabra es la de los hermanitos del alma, Cersei y Jaime Lannister. Su relación es imposible por su naturaleza desde el principio y ambos sufren las consecuencias de ello constantemente. Pero, a pesar de todo, siguen “juntos” (todo lo que la serie les permite, claro). Su relación incestuosa siempre aparece ligada a la muerte (quién no recuerda esa escena de los dos follando junto a la tumba de su hijo recién fallecido) pero, de lo que parece la relación más tóxica que jamás ha existido en siglos nace, sorprendentemente, el amor verdadero de uno de ellos, el de Jaime, que acaba haciendo de todo con tal de proteger a su hermosa y jodidamente malvada hermana.
4. Lorna y Nicki (Orange Is the New Black)
¿Y qué pasa cuando una mentirosa compulsiva y una drogadicta se unen? Pues otra relación tóxica. La de Lorna y Nicki no es quizá la más autodestructiva de Orange Is the New Black pero sí a la que los fans tenemos más cariño. Nicki, jodida por su adicción a la drogas pero con la mente más clara que muchas de la cárcel, bebe los mares por la italiana quien, tristemente, sólo la usa para sentirse amada mientras que sueña con su futuro matrimonio ideal fuera. Lo más bonito de esta historia es que Nicki ama a Lorna a pesar de ser consciente de que ella nunca le corresponderá o, como se diría con la voz carrasposa de la presidiaria: "maybe you'll realize that you were just hopelessly in love with an incredible, insane, beautiful woman who is never going to love you back".
5. Gretchen y Jimmy (You're the Worst)
“I'm gonna leave you anyway, I'm gonna leave you anyway...” con esta bonita canción de no amor conocíamos a esa extraña pareja: Gretchen y Jimmy. Por un lado está ella: nihilista, deprimida y pasiva, nada le conmueve, como mucho le entretiene. Por otro lado, él: visceral, temerario y egoísta, la sociedad y todo lo que envuelve le causa pudor. Para ambos el amor es un asco y eso es lo que acaba uniéndolos en una insólita relación de sexo y drogas en la que los dos huyen desesperadamente de cualquier situación parecida al amor. You're the Worst no es la típica comedia romántica. Sabemos que Gretchen y Jimmy van acabar juntos, pero los dos hacen lo imposible para que lo suyo nunca suceda.
6. Celeste y Perry (Big Little Lies)
No hay peor síntoma en una relación autodestructiva que el del maltrato físico. Celeste y Perry son los pilares de una familia perfecta, con dos hijos preciosos y una lujosa casa. Sin embargo, en Big Little Lies no todo lo que reluce es oro y, pronto, vemos que Celeste está siendo víctima de una violencia machista que lleva callando demasiado tiempo. Esas secuencias de ella con la psicóloga son muestras perfectas de cómo las personas que están implicadas en este tipo de relaciones llegan a mentirse de maneras increíbles con tal de convencerse de que lo que están viviendo es sano. Sin embargo, acabar con una relación así no es fácil y, en ocasiones, la autodestrucción llega a su máxima expresión.
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