La segunda temporada de Fear The Walking Dead ha llegado a su fin de la mejor manera posible según los mimbres que teníamos, que no eran del todo buenos, pero a los que se les ha sacado mucho partido con estos dos episodios, Wrath y North, muy distintos entre sí pero que resumen la esencia de lo que es la franquicia. El primero ha sido emocionalmente devastador con una secuencia final brutal no apta para todos los estómagos, no tanto por explícita (podría haber sido peor, sí) sino por lo que significa para los personajes. Ahora os explico por qué estos dos capítulos me han parecido los mejores de la serie.
Empecemos por la parte light de Wrath. Como siempre, la pobre Ofelia, el personaje que no conseguimos entender por más que los guionistas lo intenten y les den incluso una trama para ella sola. Ella, en su huida hacia adelante (o su propia concepción del suicidio) ha sido la primera en cruzar la frontera a Estados Unidos pero está claro que lo único que sigue en pie en el mundo postpocalíptico es el control de fronteras. Ya lo veremos después con Nick y los colonos. Su mini trama no ha aportado absolutamente nada a la serie y viene a desembocar a una reunión con Nick donde quieran que los vayan a llevar. Para lo que sí ha servido es para endurecer un poco más a un personaje que ha vivido hasta ahora sobre protegida por su padre primero, y por el grupo después.
La trama del hotel, sin embargo, ha precipitado su final de tal forma que da la sensación de que se podría haber sacado más jugo, que todo ocurre demasiado rápido simplemente porque hemos llegado al final de temporada. En mi opinión, Fear The Walking Dead desaprovecha un buen puñado de tramas y personajes potencialmente interesantes cuando al fin los había encontrado. En lugar de continuar en el hotel, la serie vuelve a darnos otro bandazo hacia no se sabe dónde. Digo esto únicamente porque hasta ahora los guionistas han estado un poco espesos y les ha resultado difícil encontrar un escenario donde desarrollar a los personajes de forma un poco más sosegada y profunda. Igual sólo es una percepción mía y de ahí no se podía sacar nada más.
Probablemente la secuencia final de Wrath haya sido una de las más impactantes de Fear The Walking Dead. La ejecución es genial desde el punto de vista técnico y de narrativa audiovisual, resolviendo con audacia las imágenes que podrían resultar más explícitas, aunque le faltó ese brío y solidez en el guion de una serie donde suele bastar con una patada para derribar una puerta. Aun así, la secuencia logra transmitir toda la brutalidad que pretende. La ira de Travis consigue conectar con el espectador y la lucha se vuelve angustiosa por momentos hasta el fatal desenlace. Me ha impactado muchísimo la secuencia porque no esperaba que se resolviera con una violencia tan brutal que cruza la línea de lo que suele ser habitual.
La llegada de Travis y posteriormente de Brandon y Derek han desencadenado los hechos de forma muy veloz. Y por primera vez el guion ha atado muy bien todos los cabos hasta el final. El apuñalamiento de Strand sirvió para mostrarnos que una agresión entre el grupo se paga muy caro, cuanto más tres asesinatos. Madison se ofrece a acompañar a Travis al exilio, pero no sin antes asistir al bautismo de fuego de Alicia, que salva la vida de su padrastro y a la vez mata a su primer ser humano. Así, los tres emprenden el viaje hacia el norte transformados en las personas que jamás habían pensado que serían, pero convencidos de que no hay otra manera de actuar ante un mundo demasiado hostil. Ahora ya lo comprenden todos.
En la colonia, Nick se reunió con Marco para ver en qué posición quedaban sus negocios después de que descubrieran la ubicación del asentamiento, pero éste le amenaza con matar a todos los habitantes si no huyen. Desde entonces, su instinto de supervivencia sale a relucir, queriendo llevarse a Luciana con él, pero ella se debe a su líder. Como ya intuíamos, Alejandro es un fraude pero ha conseguido que su gente luche por algo en unos momentos en los que la fe es inútil. Ya sabíamos que Nick es el personaje más inteligente de Fear The Walking Dead, trazando un plan perfecto para sacar a los colonos al mismo tiempo que elevaba a Alejandro a nivel de mártir. Su sacrificio no fue en vano hasta que intentan cruzar la frontera.
Llega entonces el momento más confuso de la season finale, el que nos dibuja el camino que se va a seguir en la tercera temporada. Pero, ¿quiénes son esos tipos con pinta de guerrilleros? ¿es suyo el helicóptero? ¿eerá el control de fronteras lo único que sigue en pie en Estados Unidos? Lo que está claro es que México pasó a mejor vida y la trama volverá a territorio yankie. No sabemos si los Clark se reunirán pronto o si Travis superará la muerte de su hijo, en caso de que esté muerto, porque coincidiréis conmigo en que su despedida ha sido un poco inusual. Muchas preguntas que deberán ser respondidas el año que viene.
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