Meses después del final de su segunda temporada, El Ministerio del Tiempo vuelve a ser noticia. Sus cocreador, Javier Olivares, ha manifestado recientemente su intención de demandar por plagio a la serie Timeless, que se estrenará próximamente en Estados Unidos y que está producida por Sony Pictures y la cadena norteamericana NBC. Según adelantaba El Confidencial Digital hace unos días, las productoras detrás de la serie española, Onza Entertainment y Cliffhanger, habrían contratado un bufete de abogados en Los Ángeles para que lleve el caso y ya han hecho llegar un escrito de demanda tanto a Sony como a la NBC.
Si todo lo que tuvieran Onza Entertainment y Cliffhanger para argumentar su caso fuera esto, os diría que su demanda difícilmente sería admitida a trámite. Incluso en caso de ir a juicio, lo más seguro es que acabaran perdiendo. No es la primera vez, ni será la última, que se da un caso de este estilo y prácticamente siempre acaba con el mismo resultado: fracaso rotundo del demandante. ¿Por qué? Resulta que Timeless no habría copiado más que la "idea" de El Ministerio del Tiempo, el concepto. Ni una línea de guion, ni un evento concreto, ni un personaje, ni la secuencia de cabecera o la banda sonora. Siempre basándonos en la información que ha salido a la luz hasta ahora, Timeless parece haber copiado solamente el concepto en el que se basa El Ministerio del Tiempo. A continuación explicamos por qué esto es tan importante.
Lo más crucial a tener en cuenta dentro de la Ley de Propiedad Intelectual es que las ideas, como simple concepto, jamás pueden estar protegidas por un copyright. De buenas a primeras esto puede parecer injusto, sobre todo en estos casos que puedan parecer tan claros como el de El Ministerio del Tiempo, pero tiene su razón de ser. Si se permitiera registrar meros conceptos como copyright y prohibir así su uso por terceras personas, estaríamos limitando los esfuerzos creativos de los implicados hasta el punto de hacer prácticamente imposible cualquier avance artístico, ya sea en el mundo de la televisión o en otro.
Llevemos este supuesto al límite para comprenderlo mejor; si de repente los creadores de Juego de Tronos prohibieran a cualquier otra persona hacer una serie sobre fantasía medieval con dragones, o si Shonda Rhimes obtuviera la exclusiva sobre dramas médicos de manera que la única serie que pudiera existir con tal premisa fuera Anatomía de Grey, entonces apenas habría espacio para los guionistas y showrunners para desarrollar nuevos contenidos.
De hecho, todo aquel que ha estudiado literatura sabe que existe una clasificación de tramas y personajes que se repiten una y otra vez a lo largo de la historia en libros, películas, obras de teatro o shows de cualquier tipo. Por así decirlo, todo aquello que consumimos como audiencia contiene las mismas historias y los mismos personajes reciclados una y otra vez, solo que con algunas variaciones. Es aquí donde entra en juego la individualidad del artista que está contando la historia, su toque personal será lo que diferenciará su obra de todas las otras que la han precedido.
Sabemos ahora que copiar el concepto o la idea en la que se basa una serie, película u obra ficticia de cualquier clase no puede considerarse una violación de copyright, pero aquí no acaba el caso que nos ocupa. Una vez establecido todo esto, parece ser que los productores de El Ministerio del Tiempo tienen mucho más que argumentar a su favor. Según avanzó Javier Olivares a El Confidencial, Sony estaba interesada en adquirir los derechos de la serie y se puso en contacto con ellos para pedirles guiones y vídeos de la primera temporada. Incluso se llegó a subtitular al inglés uno de los capítulos para que pudieran considerarlo. Poco después se cortó la comunicación sin llegar a ningún acuerdo y unos meses más tarde Timeless apareció de la nada.
Si esto es cierto, entonces sí que es posible afirmar que los españoles tienen la sartén por el mango. En este caso ya no estaríamos hablando tanto de plagio como de un contrato implícito que Sony incumplió al apropiarse indebidamente de los materiales que se le facilitaron, después de contactar a los creadores de El Ministerio del Tiempo manifestando su intención de comprarles los derechos de la serie para adaptarla en la televisión americana. De hecho, un supuesto muy similar dio lugar a uno de los casos de propiedad intelectual más famosos de la historia de Hollywood, el de la película Ace in the Hole (1951) de Kirk Douglas. En esa ocasión el demandante, el guionista Billy Wilder, salió victorioso y sentó un precedente importantísimo en el Derecho estadounidense.
Por ahora, poco más se sabe sobre la demanda de Onza Entertainment y Cliffhanger. La NBC aún planea estrenar Timeless el próximo 3 de octubre, y ni ellos ni Sony han hecho ningún comentario al respecto. Ni siquiera la prensa norteamericana parece haberse enterado de lo que está ocurriendo, y si lo han hecho no han mostrado interés alguno. De momento, Javier Olivares ha querido dejar claro a todo el mundo con un post en Facebook que esto está muy lejos de ser una pataleta suya y que los servicios jurídicos encargados de llevar adelante la demanda se lo han tomado muy enserio y siguen trabajando en ello. Sólo nos queda sentarnos y esperar para ver cómo avanza este asunto.
Si esto es cierto, entonces sí que es posible afirmar que los españoles tienen la sartén por el mango. En este caso ya no estaríamos hablando tanto de plagio como de un contrato implícito que Sony incumplió al apropiarse indebidamente de los materiales que se le facilitaron, después de contactar a los creadores de El Ministerio del Tiempo manifestando su intención de comprarles los derechos de la serie para adaptarla en la televisión americana. De hecho, un supuesto muy similar dio lugar a uno de los casos de propiedad intelectual más famosos de la historia de Hollywood, el de la película Ace in the Hole (1951) de Kirk Douglas. En esa ocasión el demandante, el guionista Billy Wilder, salió victorioso y sentó un precedente importantísimo en el Derecho estadounidense.
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