Hace unos días recibíamos la mejor noticia posible de la mano de la mismísima Lorelai Gilmore (Lauren Graham): Las Chicas Gilmore están desde ahora disponibles en Netflix en todos los países. Casi lloro de la emoción. Era justo lo que necesitaba para llenar este periodo de sequía de estrenos y pausa veraniega, siete temporadas de una de mis series favoritas. Eso y la posibilidad de revisionarla antes del estreno –previsiblemente a finales de este año- de los nuevos cuatro episodios de noventa minutos que deberán servir de cierre definitivo de la serie.
A estas alturas de la vida ya quedan pocas personas que no hayan visto las andanzas de las Gilmore, aunque sea viendo capítulos aleatorios en alguna de las múltiples redifusiones que ha tenido la serie de Amy Sherman-Palladino en nuestro país. Es mencionarlas y venirnos a la mente su adicción al café, el bar de Luck, las asambleas del pueblo, las cenas con los abuelos, las locuras de Sookie, el caos de la tienda de la señora Kim (y su mala leche), Miss Pattie… personajes que fueron nuestra familia y nuestros vecinos durante muchos años y con los que siempre es un placer reencontrarse.
Quizás seáis de esas personas que prefieren aprovechar el verano yendo a la playa o a la piscina, echando la tarde en la terraza de un bar o paseando el sol en lugar de viendo series (no os juzgo, pero allá vosotros), lo cual no os dejará tiempo para ver todas las temporadas. No pasa nada, para eso estoy yo, para daros una lista de mis cinco episodios favoritos (es mentira, me gustan todos por igual, pero sería un post eterno). Como elegir el orden es como preguntar a un niño si quiere más a papá o a mamá los he ordenado por temporadas porque, insisto, todos son mis favoritos.
1. La fiesta de cumpleaños (1x06)
Rory cumple dieciséis años y su madre le prepara una gran fiesta a la que ha invitado a todo el pueblo. El cumpleaños cae en viernes y, como no podía ser de otra manera, Emily rechaza suspender su cena semanal para que se celebre la fiesta. No pasa nada, a grandes males, grandes soluciones, es decir, doble celebración. Tras la cena con los abuelos, Rory decide invitarlos a la fiesta del sábado con los vecinos y, aunque al principio rechazan la oferta, terminan por ir.
Me parece maravilloso el momento en el que Richard y Emily visitan por primera vez la casa de su hija, conocen a sus amigos con los que, dicho sea de paso, no tienen absolutamente nada que ver y se dan cuenta los unos y los otros de todos los momentos importantes que se han perdido. Es la primera vez que vemos aflorar el pequeño corazón de Emily y, por un momento, casi nos hace creer que es humana.
2. Acción de Gracias a la coreana (3x09)
Quien dijo aquello de que no se puede estar en misa y repicando es porque no conocía a las Gilmore. Llega Acción de Gracias, la fiesta entre las fiestas en el país yanqui y, evidentemente, todo el mundo las quiere en su mesa. Otra cosa no, pero desagradecidas tampoco, así que para no quedar mal con nadie organizan su día al milímetro para poder acudir a todas las cenas: la fiesta coreana en casa de las Kim, el pavo frito en casa de Sookie, la cena entre amigos en el bar de Luke y la oficial y más tradicional en casa de los abuelos. Esta última nos deja una escena mítica de Lorelai poniendo a prueba sus conocimientos de francés ante el estupor de sus progenitores (como si no estuvieran curados de espanto ya).
3. El primer día de las Lorelai en Yale (4x02)
Los que hayáis ido a la universidad (sobre todo si ha sido lejos de casa) os habréis sentido identificados con Rory y sus nervios, y con esa mezcla de alegría y miedo que te invade cuando empiezas una nueva experiencia. La gran diferencia (además de estudiar en una de las mejores universidades del mundo) es que Lorelai no era vuestra madre. Viajes en furgoneta, bártulos inútiles y fiestas para conocer a tus vecinas. ¿Qué más se puede pedir? Ah, sí, Paris. Porque si pensabais que Rory se habría librado de Paris Geller estábais muy equivocados. El momento en el que la pequeña de las Gilmore descubre que son compañeras de cuarto es, sin dudarlo, uno de mis favoritos de la serie.
4. Si tú saltas, yo salto (5x07)
Si algo no se les da bien a las Gilmore, además de cocinar, es elegir pareja. Todos los novios de Rory tenían alguna pega, ya fuera por demasiado buenos o demasiado malotes (sí, ser bueno es una pega). Cuando conoció a Logan se mascaba la tragedia, con esa cara de yerno perfecto y esa cuenta corriente con muchos ceros que tanto gusta a los abuelos Gilmore. Pero no hemos venido a hablar de Logan. O no del todo.
Cuando Rory descubre la existencia de una hermandad secreta decide ponerse manos a la obra e investigarla a fondo para escribir un artículo sobre ella. De la mano de Logan consigue acudir a una de sus reuniones y, entre otras cosas, nos deja una de las escenas más impactantes de la serie: el salto.
5. Sólo las chicas Gilmore (7x17)
La mala relación entre Lorelai y Emily es uno de los pilares de la serie. Tienen sus pequeños momentos de casi amor, cierto, pero nos gustan más cuando se tiran los trastos a la cabeza. No quiero buscar culpables, pero Emily es una mala pécora y eso acabó por arruinar también la estrecha relación entre Rory y su madre.
Una vez pasados los dramas, nada como un road trip para reconciliarse con la vida. Las tres mujeres Gilmore encerradas en un coche camino de una boda, ¿qué puede salir mal?
Se quedan muchos grandes episodios en el tintero pero había que elegir sólo cinco. ¿Estáis de acuerdo con la lista? ¿Cuáles son vuestros favoritos?
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