Antena 3 ya ha empezado a promocionar la llegada de Kara Zor-El a nuestros salones este verano, apostando una vez más (tal y como hizo el verano pasado con The Flash o con Arrow en su momento) por los superhéroes de DC.
Y es que el pasado otoño, con afirmaciones tan valientes como que Melissa Benoist (Glee, Whiplash) era la Annie Hall de los superhéroes, todo parecía apuntar a que éste sería el año de Supergirl. Sin embargo, la serie originalmente desarrollada por la CBS no ha brillado tanto como la de la del hombre más rápido del mundo, y muestra de ello ha sido que haya volado a la CW, cadena en la que sus discretas audiencias podrían encajar algo mejor.
Lo cierto es que la serie ha sufrido para ganarse el aprobado y alcanzar las expectativas tan altas que impone estar en la CBS, por lo que esta segunda oportunidad recibida bien podría hacer que alcanzara el notable, con menor presión y sufrimiento.
Lo cierto es que la serie ha sufrido para ganarse el aprobado y alcanzar las expectativas tan altas que impone estar en la CBS, por lo que esta segunda oportunidad recibida bien podría hacer que alcanzara el notable, con menor presión y sufrimiento.
Ahora bien, no seamos ingenuos, la mudanza a la CW plantea también preocupaciones de peso. Hoy en el blog repasamos qué deberían seguir potenciando para hacer de Supergirl una serie más redonda, y qué deberían evitar:
Pon una Cat Grant en tu vida
Calista Flockhart (Ally McBeal, Cinco hermanos) es la razón por la que ver la serie. Su personaje, Cat Grant, no sólo es feminista, culto e inteligente, sino que su carácter sarcástico y mordaz aporta el contrapunto que el ingenuo optimismo de Kara tanto necesita. Me quedo, sin duda, con algunas de las agridulces verdades sobre los millenials que le escupe a Kee-rah:
Curiosamente, Cat representa también todo lo que está bien en este mundo con fangirlear sobre algo. Es la animadora personal de Supergirl, su fan número uno, y aunque en un principio su aproximación sea totalmente comercial y egoísta, acaba siendo su mayor defensora.
Y, si me apuráis, no me importaría no resolver el enigma de si Cat conoce o no la verdadera identidad de Kara. El sentido común nos dice que sí, pero Cat sabe cómo mantenernos en tensión.
Problema: No han terminado de confirmar oficialmente que Calista vaya a continuar tras la mudanza de la serie a la CW. Al parecer, mudarse a Vancouver son palabras mayores, y parece ser que podríamos llorar su ausencia en unos cuantos episodios. Supongo que algo es mejor que nada.
Kara se gana la capa sin enchufes
Aunque esos chats con Kara y Clark son lo más (lo más entrañable y lo más cutre al mismo tiempo), Supergirl necesitaba estar libre de Superman al menos durante esta primera temporada para ganarse el título de heroína por sus propios méritos.
En ese sentido, han retratado bien la lucha de Kara por ganarse el respeto de la gente y ser tomada en serio. Se ha ganado la capa sin despeinarse siquiera y con unos efectos especiales fantásticos. Pero Kara no es una buenaza simplona, y ha tenido sus altibajos, enfrentándose incluso a su propia caída en desgracia y dejándonos un bonito homenaje a Superman III para el recuerdo.
¿A favor de la CW?: Hace poco confirmaban la noticia de que Clark Kent llegará a National City de la mano de Tyler Hoechlin. Tal vez Kara esté ahora lo bastante consolidada como Supergirl como para que Superman no le quite protagonismo, pero lo cierto es que la serie no lo necesita ni echa de menos.
Problema: Una preocupación muy real es el recorte de presupuesto al que van a tener que enfrentarse en la CW y que pone en peligro la calidad de los efectos especiales.
Kara trae el factor alien a National City
Por muy traumático que le resulte a Clark haber perdido un planeta natal del que no tiene recuerdos, hay poco pasado en el que rasgar por su parte, y el que hay le viene heredado. Sin embargo, los orígenes de Kara sí dan juego. Ella ha vivido trece años en Krypton.
A la nostalgia por su antigua vida, se suma la sensación de no pertenecer a este mundo. Kara es literalmente un alien. Los flashbacks nos muestran cuánto le ha costado encajar desde adolescente, y cómo al ponerse la capa, por fin logra ser ella misma y desarrollar todo el potencial que se había visto obligada a esconder.
Ahora Kara es una superheroína en una ciudad alegre. Y dejadme que puntualice lo de alegre, porque Central City hace lo que puede, pero sigue siendo Vancouver.
Problema: con la mudanza a la CW, el rodaje de la serie también se traslada a Vancouver, y mucho me temo que National City vaya a perder sus característicos tonos cálidos a favor del grisáceo permanente de Flarrow.
Unos secundarios a los que se les dedica tiempo
La relación de las hermanas Danvers es otro aliciente para ver la serie. Chyler Leigh (Anatomía de Grey, No es otra estúpida película americana) hace un trabajazo dotando a Alex Danvers de fortaleza y dulzura a partes iguales. J'onn J'onzz (David Harewood, Homeland), es el último marciano, un refugiado que se ha visto obligado a ocultar su verdadero aspecto para no ser cazado por el gobierno. Una situación bastante parecida a la de Kara.
Maxwell, prisionero, pero feliz con poco: "¿Por qué no me traéis unas latas de Dr. Pepper y acceso a mi cuenta de Netflix?"
Pero si hay un personaje al que quiera la pantalla ése es Maxwell Lord. Interpretado por Peter Facinelli (Crepúsculo) con las dosis de arrogancia y magnetismo que necesita, este archienemigo de Kara aporta el factor antihéroe a la serie. Y nos regala algunos momentos de tensión sexual tanto con Cat como con Alex bastante interesantes. Si todos los malos fueran así, salvar el mundo sería muy complicado.
Puntos a favor de la CW: Ya hemos recibido noticias de un macrocrossover, y, aunque no sea estrictamente un secundario, sería genial volver a ver a Barry por National City. O a Kara por S.T.A.R. Labs e interactuando con Cisco.
Problema: La CW no siempre sabe desarrollar bien sus personajes secundarios. Es más, aún estoy a la espera de que se les dé un arco narrativo propio a Iris o a Caitlin en The Flash que no tenga que ver con relaciones sentimentales.
Kara debería estar soltera
La serie ha intentado vendernos un triángulo amoroso entre Winn (Jeremy Jordan, Smash), James Olsen (Mehcad Brooks, True Blood) y Kara que no tenía pies ni cabeza y que se ha solucionado con el emparejamiento de los dos últimos. Pero ha sido, por descontado, el hijo secreto de Cat Grant quien ha robado la escena. Con sólo dos capítulos, Adam Foster (Blake Jenner, Glee, y marido en la vida real de Melissa) se ha convertido en el único interés amoroso con una pizca de gracia y vidilla. No me importaría volver a verla esporádicamente en la CW. Cuando a Kara le haga falta una alegría o lo deje con James.
A favor: Actores sin camiseta. Mehcad Brooks contaba con humor en una entrevista que va a tener que pasar más tiempo en el gimnasio ahora que Supergirl se emitirá en la CW. No es que me parezca importantísimo, pero si ellos mismos se toman con humor la marca de la casa, ¿por qué pasarlo por alto?
Problema: Ahora que parece que Kara y James van a estar juntos, espero que no vuelvan a intentar meternos con cuña los triángulos amorosos que no van a ningún sitio. Que nos conocemos, CW.
Bonus: curiosidades de las que queremos más
Recuperando la larga tradición de superhéroes que han dejado la capa para ocupar el papel de progenitores, y tomando el testigo de The Flash, que ya contrató a John Wesley Shipp (primer Flash televisivo) para interpretar al padre de Barry Allen, Supergirl ha decidido homenajear al universo kryptoniano por partida doble: Helen Slater, que protagonizó la película Supergirl de 1984, ahora da vida a Eliza Danvers, madre adoptiva de Kara; mientras que Dean Cain, protagonista de la serie Lois & Clark, ha pasado a interpretar a Jeremiah Danvers, padre adoptivo del que, por cierto, esperamos ver mucho más ahora que sabemos que sigue vivo.
Dean asegura saber todo lo que hay que saber sobre Superman, y nosotros le creemos.
En definitiva, sólo nos queda esperar que Supergirl encuentre en su nueva cadena el caldo de cultivo que necesita para consolidarse como una apuesta alternativa de superhéroe en la que prima el retrato de su protagonista. Y si eso tal vez ya nos lo ofrecía The Flash, ahora se suma el ser un alien y, sobre todo, el ser una mujer; un punto de vista que ya iba tocando explorar en el terreno de los superhéroes. Tras la cancelación de Agent Carter, ya sólo nos queda Kara.
COMENTARIOS