Bastante ruido han hecho las nuevas propuestas de las cadenas americanas para la nueva temporada televisiva (2016 – 2017). Los upfronts llegaron, cancelaron unas cuantas series y se presentaron el doble de nuevos proyectos en menos de una semana. Lo raro es que nadie se haya parado a pensar en el verdadero significado de los datos que se han revelado últimamente dentro de la industria estadounidense: las series se están duplicando y no parece que vaya a parar.
Las principales
cadenas de USA reúnen un total de aproximadamente 28 cancelaciones de cara a la
temporada siguiente. La mayor parte de consumidores corrientes de televisión
seguramente se llevaron las manos a la cabeza al ver un la gran cantidad de
series que ya no formarían parte de la parrilla, sin saber que los próximos
estrenos duplican el número de cancelaciones. Por ejemplo, la CBS renovó 16
series a las que hay que sumar las 11 que tiene debajo de la manga sin estrenar,
ABC conservará 17 y estrenará 12 mientras que CW y la FOX se aferrarán con
uñas y dientes a mantener sus productos estrella. Esta última renueva 15 series
y estrenará 10 nuevas propuestas.
Con estos datos
delante, es clarísima la excesiva presencia de series dentro del calendario
televisivo, que está afectando de manera positiva, pero también (y sobre todo) negativa al estatus actual de la pantalla pequeña y
la conocida “Edad de oro”. Si hace unos cuantos años era imposible hacer llegar
un guion a las networks, hoy en día
es bastante fácil lograr que un proyecto bien presentado se mezcle con los otros
300 borradores que se revisan cada año. John Landgraf, director de la cadena FX (American Horror Story, Sons of Anarchy...), estima que este año se sobrepasen los 400 guiones. Y a pesar que ni la mitad de ellos
llega a verse convertido en piloto, un gran número sí llega a la fase de
producción. Esto daría pie a una era de posibilidades: muchos guionistas tienen más
oportunidades de hacer llegar sus escritos a las grandes cadenas y aumentar así
la oferta de teleseries, a medida que también ofrece una variedad de contenido
cada vez más alta. Landgraf explica para The Atlantic como la excesiva cantidad de guiones ha hecho que encontrar buenas historias sea todo un reto:"Sobre todo a la hora de hacerse con el talento necesario para mantenerlas. Ha creado un enorme impacto en la habilidad para evitar aquello innecesario y conseguir hacer verdadero ruido".
Tanto las
oportunidades para enviar un guion como el abanico de oferta son
satisfactorios, pero la calidad no permanece intacta. El consumo no-lineal
de los productos televisivos ha obligado a las networks a encontrar la mayor cantidad de ideas posibles para
satisfacer a la mayor cantidad de espectadores a medida que también
interaccionan con diferentes plataformas de visionado. No es posible contar con
tantas series de televisión y que todas ofrezcan un nivel destacable. El actual
proceso de selección y producción es un círculo vicioso que se basa en aceptar
nuevos productos que, después de una temporada se cancelaran y se sustituirán
por otros nuevos proyectos que no se diferenciaran en nada de los anteriores. Y
así sucesivamente. A pesar de que los pilotos vienen y van, las únicas series que
se quedan fijas son aquellas que comenzaron hace un par de años (o una decena
de años) y mantienen unos niveles de audiencia estables: Grey’s Anatomy, Modern Family, Once
Upon a Time o Last Man Standing en ABC; Bob’s
Burger, New Girl, Los
Simpsons en la Fox (que cuenta con su 70% de series renovadas) o The Big Bang Theory, NCIS o Mentes
Criminales en CBS. Mientras que
saludamos a nuevas series y las despedimos después de cinco capítulos, las network
confían plenamente en los showrunners
con una reputación única: Chuck Lorre, Shonda Rhimes y Ryan Murphy podrían montar su propia
cadena por separado.
En definitiva,
encontrar ideas que destaquen y lleguen a marcar un antes y después es más
difícil que nunca. A pesar de que se cuente con esta gran variedad de
productos, las grandes cadenas solo se centran en mantener lo más máximo
posible a sus grandes bebés mientras experimentan con otras que intentan aportar
su granito de arena. La audiencia no significa tanto como anteriormente, véase
el ejemplo de The Leftovers, pero sí
que se la intenta satisfacer más que nunca. Sobre todo con la presencia de
nuevas plataformas de visionado que además aportan contenido original y de
calidad (la propia Netflix prometió más de 600h de material original). Tarde o
temprano, las network tendrán que
encontrar a sus futuras gallinas de los
huevos de oro para sobrevivir a la gran demanda de series, la HBO ya está
incluso buscando su próxima Juego de
Tronos, y adaptarse al nuevo modelo de visionado que tanto está afectando
al panorama y que definirá a la nueva etapa de la televisión, acabe o no en un
desbordamiento de material serializado.
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