Esta semana no ha sido lo mismo sin Scandal, ni lo serán las próximas. Este thriller parodia de la propia realidad no escandaliza a nadie pero funciona perfectamente desde que es un culebrón de manual. La quinta temporada empezó especialmente bien, comenzó a perderse muy pronto y puede decirse que ya ha encontrado su camino. Olivia, en cambio, ha estado más perdida que nunca. Se cargó a Andrew Nichols a sangre fría y una semana después descubrimos que todo era un plan para engañar a su padre. Sí, claro. Esta señora es más Pope que nunca, lo que no sabemos es si ella se habrá dado cuenta.
En los últimos minutos de la season finale podemos ver que Jake se convierte en el vice de Mellie, algo que Rowan había planeado desde el principio, pero ¿lo sabía Olivia? Aquí hay dos opciones: creer que padre e hija lo tenían todo pactado -el asesinato de Andrew no habría sido tan aleatorio- o que Eli Pope conoce a su Liv mejor que ella misma. Lo que está claro es que Olivia ansía el poder más que el amor, algo que nos resistíamos a creer. Cyrus vicepresidenciable era un movimiento lógico desde hacía varios episodios, pero hizo falta el robo de Jake por parte de la Pope para que todos se dieran cuenta. Eso sí, hemos matado al padre de Vanessa para nada y parece que Vanessa desapareció incluso antes que él (tiene serie nueva en NBC); Shonda ha empezado a soltar lastre.
La maravillosa Susan Ross se perdió por el camino descompuesta y sin cargo (también tiene serie nueva en FOX) dejando solo a David que, al menos, tiene a Lizzie Bear para hacer obscenidades. Agradecemos muchísimo la visita efímera (y esperemos que aleccionadora) de Hollis Trump. Lo de Edison fue un regreso con fecha de caducidad, y su presencia ya no tiene sentido hasta dentro de cuatro años, a menos que el nuevo Presidente dimita muy pronto. Scandal no durará tanto.
Abby, esperemos, seguirá siendo la cara visible de Presidencia si Mellie gana las elecciones. Es un paso bastante obvio porque si Cyrus llega al despacho oval, podría cargarse a medio cast. Y no olvidemos que Marcus está a un paso de convertirse en
En cuanto a la sexta temporada, que tendrá dieciséis episodios debido al embarazo de Kerry Washington, ABC se ha visto obligada a retrasarla a finales de enero. Esto tiene un inconveniente: las elecciones no coincidirán con las reales. Una solución sería plantar otro salto temporal y contarnos las elecciones en modo flashback o muy resumidas. Otra posibilidad sería retomar la historia donde la dejaron y usar las elecciones de noviembre como referencia. ¿Qué nos tendrán reservado para 2017?
¿Ganará Mellie las elecciones? ¿Qué pasará con Jake si pierden? ¿Hay hueco en esta serie para un presidente demócrata y, sobre todo, buena persona? ¿Le corromperá el poder? ¿Le corromperá Cyrus? ¿Creéis que es hora de ir planeando un final decente? Qué ganas de enero.
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