Una serie con Danny Boyle (Slumdog Millionaire, Trainspotting) como director es un gran reclamo y con dos estrellas de uno y otro lado del charco como la virtuosa Brit Marling (The East, Otra Tierra), actriz, productora y guionista; y el protagonista de la aclamada The Missing, James Nesbitt, lo convierten en un producto bien apetitoso. El resultado se llama Babylon, una serie provocadora e irreverente sobre la poca ortodoxa gestión y acciones de la policía metropolitana de Londres, que fue estrenada hace justo un año en Inglaterra y que ahora aterriza en el mercado norteamericano de la mano de Sundance Channel.
Los siete episodios de esta serie británica están firmados por el tándem creativo de Four Lions, aquella divertida película inglesa sobre cuatro yihadistas a los que todo salía mal en su intento de perpetrar un atentado en Londres. Esta nueva sátira, que nace a partir de algunos sonados escándalos protagonizados por la policía inglesa y la paranoia antiterrorista, está llena de intrigas, corruptelas, hipocresía, afán de notoriedad, egocentrismo, exhibicionismo mediático y mala praxis. Un combo muy atractivo con el ritmo característico de Danny Boyle y diálogos chispeantes y políticamente incorrectos. Es más, resulta algo inquietante escuchar ciertas groserías salir de la boca de Brit Marling (no lo repetiremos aquí), quien interpreta a Liz, la nueva relaciones públicas de la policía londinense, salida de Instagram, las charlas TED y la comunicación 2.0. Su talante y sus intenciones chocarán con una institución eminentemente masculina donde los galones y los egos imperan desde hace décadas.
Pero incluso la joven Liz, con su estrategia de transparencia para con los medios de comunicación ingleses y su vocación de renovar la imagen pública de la institución, guarda algunos secretos oscuros tras su inmaculada y segura apariencia. Desde el principio tendrá a su némesis pisándole los talones y torpeando cualquiera de sus decisiones, su segundo de abordo, frustrado por no conseguir su puesto, y no sabemos si aún más rencoroso por tener que dar cuentas ante una mujer joven y atractiva.
Por otro lado, los miembros de primera línea del departamento están siendo escrupulosamente estudiados, así como seguidos de cerca por las cámaras, en un intento de crear un documento en formato reality que conecte con la ciudadanía. Eso sí, algunos esperpénticos policías de calle se lo pondrán difícil (o fácil, según se mire), a los responsables del proyecto televisivo.
El padre coraje de The Missing y secundario de la franquicia El Hobbit, el actor James Nesbitt, interpreta en Babylon al comisario Miller, un hombre férrero y un jefe intimidante que no duda a la hora de tomar las decisiones más difíciles. Además, es el primero en no esconderse y dar la cara en los momentos más duros, como cuando hay que dar la noticia de la muerte de algún agente en acto de servicio. Sin embargo, su personalidad chocará con la de la joven Liz, aunque no en el peor de los sentidos. Además, una cierta tensión sexual se atisba desde el mismo piloto de la serie.
En fin, Babylon, pese a no alcanzar las cotas de audiencia que esperaba en su mercado de origen, se antoja como un producto competente y poco convencional en una era dorada de las series británicas, que no paran de arrojar joyas catódicas para disfrute de millones de espectadores de todo el globo. Además, en muchos casos son productos mucho más valientes y ambiciosos que los de sus vecinos norteamericanos, donde la mayoría de las cadenas se apoyan en las viejas fórmulas de siempre, olvidándose de riesgos y reiterando convencionalismos, estereotipos y tramas.
Es una serie realmente excelente, pero se me antojó demasiado aburrida por momentos. Empezó realmente muy bien, pero se desinfló muy rápidamente, perdí el interés en el cuarto capítulo y dudo mucho que vaya a destinar 3 horas mas en ver los que me restan.
ResponderEliminarAsí y todo es recomendable, lo mas probable es que no me haya funcionado solo a mi.