Si los dos primeros episodios de la temporada de The Fall se centraron, más que nada, en cambiar un poco las reglas del juego, los capítulos 3 y 4 (excelentes, como de costumbre) han vuelto a poner el foco en los dos protagonistas, que son precisamente lo que distingue a la serie de los otros cuarenta thrillers que hay ahora mismo en emisión.
Hay mucho que comentar de estas dos últimas semanas, como por ejemplo el hecho de que Stella sea bisexual y la forma en que nos lo revelan. Cualquier fan de The Good Wife agradece la presencia de Archie Panjabi en una serie, por gratuita que sea, pero siempre he tenido la sensación de que en The Fall los guionistas han jugado con lo que estamos acostumbrados a verle hacer en la serie de los King y no se han esforzado demasiado en darle capas a un personaje que, por otro lado, tampoco tiene mucho peso.
En cambio, esta semana han sabido jugar con nuestras expectativas, con ese acercamiento entre Reed y Stella que por poco acaba en la cama... hasta que la primera se niega. Su flirteo es más que un gancho para atraer audiencia, y no solo nos revela algo más de la protagonista de la serie, sino que sirve de paralelismo con lo que ocurre dos escenas mas tarde: mientras Stella respeta los límites de Reed y la deja marcharse, cuando Jim se abalanza sobre Stella, ésta tiene que recurrir a la violencia para quitárselo de encima.
Todo esto ocurre, además, mientras Paul les escucha escondido. Si el segundo episodio acababa con la policía cerrando el cerco alrededor de Spector, en el tercero el personaje de Dornan ha contraatacado, aumentando las distancias con los detectives. Por un lado, se ha puesto al nivel de Stella allanando su habitación de hotel y, tras leer su diario, se enorgullece de conocerla tanto como ella a él (o más). Por otro, ha conseguido engañar a Katie con una historia tan cogida con pinzas como efectiva, y prácticamente pasarla al “lado oscuro” sin que la chica se dé cuenta.
La relación entre ambos es precisamente lo más interesante del último episodio. Las escenas de Katie nos muestran hasta qué punto puede cegar a alguien una obsesión (sobre todo cuando se trata de alguien como Katie) y sus conversaciones por videollamada sirven para dibujarnos más a Paul, que expresa por primera vez sus pensamientos en voz alta. No es fácil saber hasta qué punto lo que le cuenta sobre sus padres es cierto – al fin y al cabo la está manipulando – pero es más que el absoluto silencio que teníamos hasta ahora. Este recurso se les puede ir de las manos en cualquier momento, recurriendo a monólogos ultra explicativos que hasta podrían restarle fuerza al personaje, pero de momento se agradece.
Volviendo a ponernos del lado de la ley, el equipo de Stella ha hecho un Ryan Hardy, colándose en casa de Paul para poner unas cámaras y cargándose el techo de su dormitorio en el intento. Un impagable momento en el que no pude evitar soltar una carcajada. Aunque intentan fingir que todo ha sido por un problema de fontanería, Paul es demasiado inteligente para picar y ya ha deducido que le tienen como sospecho.
Que la investigación se centre en él exclusivamente ha dado para grandes momentos, como la mirada atónita de los detectives al descubrir que, si obviamos que mata gente, Paul es una bellísima persona que ayuda a mujeres maltratadas sin intentar aprovecharse después de ellas. La víctima, según le decía a la mujer que entrevistan (recuperando una subtrama descolgada de la primera temporada), nunca tiene la culpa. La responsabilidad es siempre del asesino.
90.000 notas al margen:
- Hablando de tramas que vienen de la primera temporada, tengo que confesaros que no me acuerdo de quién es Aaron Monroe y, por lo tanto, soy incapaz de entender por qué recae en la bebida Jim por más veces que reproduzca su explicación.
- “La mujer es el estado natural del ser humano. La masculinidad es solo un defecto de nacimiento”.
- No hay noticias del mirón del hotel del segundo episodio, que tarde o temprano acabará jugando un papel en la historia.
- La foto de Katie en el espejo, con el retrato robot de Paul impreso en una camiseta, es candidata desde ya a selfie del año.
- La pobre Stella todavía utilizaba Windows XP. Le va a venir bien cambiar de portátil.
- El marido de Rose y sus hijos me dan muchísima pena y espero que, sea por la razón que sea, Paul no se la haya cargado.
- ¿La serie quiere que veamos a Tom, el nuevo fichaje de Stella, con malos ojos o es que ya desconfío sistemáticamente de todo el mundo?
- Yo, hace dos semanas: “Insisto en que Katie tiene muy claro que Paul es el asesino...”
- Si en general se me pasan millones de cosas al comentar The Fall, esta semana más aún, pero para eso están los comentarios. ¿Qué os han parecido estos dos episodios?
En este punto ya desconfío de todos excepto de Stella, que por cierto sigue tan diosa como siempre, algo me dice que no sabremos nada de Rose hasta el final de temporada. Espero que renueven para una tercera, sería muy tonto no hacerlo.
ResponderEliminarEsperemos que renueve, porque si esta temporada va a ser tan corta como la primera no creo que les dé tiempo a cerrarlo todo bien.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Archie Panjabi es Kalinda en forense. No sé si es por los guionistas, o porque no tiene mucho más que dar. Al principio de The Good Wife me encantaba, pero creo que se ha quedado un poco estancada. Aunque Kalinda no hubiera dudado ni un segundo si subir a la habitación con Stella. Sin embargo Gillian Anderson cada capítulo me gusta más.
ResponderEliminarUn Ryan Hardy!! jejeje muy bueno!! Aaron Monroe creo k es el padre de la primera chica que mato Paul.
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