Así que Laurel y Frank se acostaron, algo nada novedoso para nosotros, al igual que lo de Lila y Sam. Resulta que tuvieron algunos encuentros en verano, pero esto no significa que Sam sea el asesino. Es lógico que Annalise no quiera ni ver a su marido, pero está lejos de querer culparlo, y a Rebecca no parece importarle mucho que su abogada no aproveche las pruebas que la exculpan. Annalise aún no sabe que Sam no estuvo en Yale aquella noche, y Nate ha decidido no callarse más ahora que sus jefes saben lo de la aventura por culpa de Bonnie.
Laurel decide ser ella la que devuelva el trofeo a Asher en lugar de Michaela, que tiene una crisis nerviosa tras ser cómplice -o culpable- del asesinato de Sam Keating. Antes de ir a casa de Asher, Laurel se pasa por la de Frank y decide contarle lo ocurrido.
El caso de esta semana, un adolescente que mató a su padre policía porque maltrataba a su madre. Ya que el chico ha confesado, hay que apelar a los sentimientos del jurado para ganar. La principal baza eran los abusos, faltaría más, pero el juez decide rápidamente no permitir esta defensa por falta de pruebas. Esto cambia pronto, ha sido tan sencillo como relacionar el blog del acusado con el testimonio de los testigos de la acusación.
Además, Connor consigue eliminar a un jurado gracias a una aplicación de ligoteo online, qué modernidades. Aun así, no cuentan con el apoyo suficiente, ya que la acusación ataca duramente y la policía no cree -o no quiere creer- que el fallecido maltratase a su mujer. Laurel se encuentra cómoda por primera vez con el caso y quiere que se haga justicia y, además, está picada con su profesora/jefa y quiere ganar a toda costa. Su novio le hace ver que no ganarán fácilmente con la defensa que planean y que necesitan otro enfoque. Eso le lleva a informar ilegalmente al jurado sobre la nulificación, que consiste en absolver al acusado, incluso si creen que es culpable, manifestando estar en desacuerdo con alguna ley existente o con los cargos de los que se le acusa.
Laurel iría a la cárcel si se supiera que fue ella la que informó al jurado y, a su vez, Annalise sería inhabilitada, pero Frank decide contarle a su jefa que el jurado ha sido comprometido sin culpar a nadie. En un golpe de efecto, Annalise decide enviar un anónimo a la fiscalía y, antes de que el jurado actúe, la acusación utiliza estas filtraciones para culpar a la defensa. Así, el juez decide anular el juicio y darle al chico la condicional con trabajos comunitarios. Mrs. Keating siempre consigue lo que se propone, pero todavía le quedan muchos problemas personales por resolver.
Sam decide contar la verdad. Aquella noche, Lila le llamó amenazando con quitarse la vida pero él no logró encontrarla a tiempo. Su mujer no sabe si creerle, ya que ha demostrado ser un mentiroso, y ha llamado a Rebecca para que venga a casa y cuente todo lo que sabe, incluida la información sobre Mr. Darcy, que es como llamaba Lila a su amante en honor al personaje de Pride and Prejudice. Rebecca dice que Lila dejó el teléfono en su casa la noche antes de morir porque había decidido dejar el negocio de las drogas pero, en principio, no sabe nada más acerca de él, hasta que sube al baño.
Esa noche, Rebecca decide escapar, no sin antes informar a Wes de sus razones. Wes decide entrar en casa de los Keating y comprobar el papel pintado de las paredes. Wes sabe que Sam es Mr. Darcy.
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