“You’re nice. And full of crap.”
Esta semana nuestra querida Arizona Robbins patrocina la crítica del episodio.
No se puede definir mejor.
Segundo episodio de la temporada: ¿cómo se les ocurre hacer esto? Una serie coral de las dimensiones de Grey, con sus trece pedazo de personajes
fijos entre los que repartir 43 minutos de que siempre saben a poco. ¡¿quién es el iluminado que estructura todo un episodio alrededor de
un personaje que ni siquiera es fijo?! Una decisión terrible, por mucho que
la chiquilla sea hija de quien sea.
Esperpentos de guión a un lado, el monográfico de “la nueva Grey” nos ha
dejado bastante tela que cortar. ¿Quién es
Margaret Pierce? Una pobrecita niña incomprendida con un trastorno obsesivo
compulsivo sobre puzzles y crucigramas cuya familia la quiere mucho pero no la
entiende y, por un motivo todavía sin definir del todo, decide dejarles y
venirse a Seattle a… ¿A qué? ¿A conocer a una hermana que la detesta y que está a punto de electrocutarla con el carro de paradas? ¿A ser
jefa de cardio? ¿A sacar el trueno? Porque para trueno el que le caería encima
de pequeña.
Entre caso y caso, hemos ido viendo interactuar a la nueva hermanísima con
todos los trabajadores del SGH. La
tajada principal se la ha llevado nuestra adorada Jo Willis/Watson/Wilson.
Ver a Jo ser pisoteada y arrastrada porque a la nueva no le caben los doce
metros de lengua en la boca me ha resultado hasta duro de ver. Si eres una
bocachancla y se la has liado al pobre Alex, ¡apechuga! ¡No le cargues el
marrón a la interna! Ruin. Full of crap y ruin.
Al rato vemos que ella, con todo su cuajo, desempolva el caso de la todopoderosa
Cristina Yang y “lo lleva a la línea de meta”. Llama a los sufridos padres del
año pasado y se apunta el tanto. ¿Las culpas sí las escurrimos pero los méritos
ajenos no? Malaje. Full of crap y malaje.
Ha chocado con la gran mayoría del personal y con razón. Y de aliados tiene
poquitos: su papá, Bailey y Amy, con quien se prevé un tándem que podría ser
medianamente interesante. Esperemos que
la Otra Shepherd pille un poquito de foco, porque nos ha dejado con muchas
ganas de saber más de ella y de sus ardores internos, ya me entendéis. ¿Soy el
único que tiene la sensación de que los guionistas se piensan que sabemos quién
es? Algunos no pudimos con Private Practice. (Addison, vuelve. Deja de ser
jueza borracha y vuelve.)
Todo lo demás se ha quedado en un segundo/tercer/enésimo plano, por no decir en stand by. El segundo vástago
del Calzona, el misterio de qué par de nalgas se sentará en la Junta, los líos
de Alcohólicos Anónimos, el romance salvaje de April y Jackson, Derek sometiéndose a los mandatos de una Meredith Grey que de ser una pan sin
sal ahora ha pasado a la teniente Grey/nueva Nazi… Hay temas que urgen más que las
conversaciones telefónicas de Maggie Bring The Thunder Grace con sus hiperemocionales
padres.
Maggie ha tenido sus puntos buenos, no voy a ser tan malo y obviarlos.
Dejar morir a su paciente pese a las consecuencias legales ha sido muy bonito y un punto total a su favor.
El gran problema es el siguiente: formalmente no está bien construida. Un personaje tiene que tener un objetivo y
el de Maggie está muy turbio. Una cosa es una contradicción interna de no
saber qué quieres en la vida y otra muy distinta es ese halo de estar metida
con calzador y sobresaturación. ¿Qué quieres, chiquilla? Cuéntanoslo. Lo queremos saber.
Hasta que esta pieza del puzzle no encuentre su forma y su hueco (si es que
lo hace), un servidor seguirá demandando el protagonismo de aquellos que
deberían tenerlo. Recurrentes al servicio de principales, como manda la norma. Y la bondad de Meredith también la demando, presunta nueva Hidra de la televisión
americana.
Si me permites un consejo, en una review está bien que plasmes alguna opinión personal, pero que bases todo tu análisis en lo mucho que odias a un personaje me parece excesivo y hace que tu trabajo se infravalore. Creo, humildemente, que deberías ser mas imparcial.
ResponderEliminarA mí me resultó raro la estructura del capítulo, pero entiendo que Maggie va a ser un personaje importante esta temporada y agradezco que se tomen un capítulo para poder conocerla mejor y así empatizar o no con ella
Yo no llamaria esta serie una serie coral, coral es Game Of Thrones pero en esta sabemos que la protagonista es Meredith hasta el nombre lo dice. En fi
ResponderEliminarAhora desde que murio Lexie y Sloan para mi la serie perdio algo importante. Meredith se volvió IN-SOR-PO-TA-BLE realmente es de esas protagonistas que realmente detesto, tanto como detesto a Laurel de Arrow.
Por otro lado la relación de Jackson y la doctorcita que ya se me olvido el nombre no se porque pero no me encaja. Siguen salvando la serie Callzona y bueh, la interca de Alex, no voy a negar que empatizo con Jo.