Cada vez queda más claro que Jim Gordon no es tanto el protagonista como un hilo conductor para dar una visión de la evolución del resto de personajes. El caso en teoría principal se lleva apenas la mitad del tiempo del capítulo.
La estructura recuerda cada vez más a series del tipo Lost o Heroes en las que van saltando de personaje a personaje avanzando en una única historia general al estilo novela río. Lo que hace a esta serie diferente es que todos van pasando por la perspectiva de un protagonista. Hay que reconocer que los capítulos hasta ahora son muy entretenidos con lo que es muy posible que la formula termino medio que no me convencía en los dos primeros sea lo que la convierta en una serie de culto.
El antiheroe
El malo del capítulo es Ballonman, un tipo que decide tomarse la justicia por su mano enganchando corruptos a un globo meteorológico y mandándolos un rato a la estratosfera. Hay que decir que en Gotham tiene víctimas potenciales para aburrir.
Como digo el caso en si no tiene mucha importancia, lo que es verdaderamente relevante es la reacción de Bruce Wayne al respecto. Alguien que mata, por muy indigna que sea su victima, también es un criminal. Con esta reflexión se ve un principio de ese fuerte código moral de Batman en no matar a ninguno de sus enemigos, sino presentarlos ante la justicia.
Se avecina una guerra
La otra mitad del capítulo se centra en el pingüino, y en recordarnos su agorera predicción de una guerra en Gotham por dirigir el crimen organizado. Quizá la gran virtud de este personaje es que nadie le toma demasiado en serio, pero tiene una astucia retorcida que puede llevar a una sangrienta battle royale en la que simplemente se sienta a mirar mientras otros se despellejan.
Aparece un nuevo contendiente, Sal Maroni, otro mafioso más que parece ser el próximo árbol cuya sombra aprovechará Oswald. Y continúa la escalada de vendettas entre Fish y Facone.
Por último los detectives de la unidad de crímenes siguen su cruzada contra Gordon, curiosamente el único policía íntegro de toda la ciudad. Y descubrimos que el interés de Montoya por Barbara es algo más allá de una preocupación profesional o de simple amistad.
En resumen
El capítulo es, como todos hasta ahora, entretenido. Centrado en darnos una pincelada de la futura personalidad de Batman en contraposición al malo de turno.
También mención aparte a Selina, personaje que me intriga mucho, sigo sin saber exactamente cual será su papel a la larga, es posible que sea la que haga salir a Bruce en escenas más allá de su mansión con Alfred. Aunque esto último es una simple especulación.
Hasta el próximo episodio.
Me gusta la forma que tiene de contar la historia. El pinguino cada vez me llama mas la atención, pero he de reconocer que en este ultimo capitulo Jim Gordon me ha llegado a cansar un poco con la moralina de turno
ResponderEliminarEl pingüino va camino de convertirse en uno de esos personajes que no estás seguro si lo amas o lo odias.
ResponderEliminarPor otro lado teniendo en cuenta la tónica de los comics DC espera que Gordon sea cada vez más Boy Scout.