La cuenta atrás avanza inexorablemente y sólo quedan tres capítulos para su despedida. En King of Norway hemos asistido a otro intento de asesinato sobre Nucky y a jugosos flashbacks sobre su juventud, en la que exhibía su inteligencia y ambición. Algunas tramas empiezan a mezclarse entre ellas y otras parecen enredarse demasiado para el poco tiempo que queda.
Dicen que el amor es la fuerza que mueve al mundo. Que se lo digan al joven Nucky, un chico que se lo pasaba bien jugando a los policías y ganándose la vida de la mejor forma que podía. No es que la idea de ascender a toda costa no pasara por su cabeza, pero su amor por Mabel y la falta de confianza de su padre, provoca que quiera subir peldaños rápidamente para demostrarle que es digno esposo de su hija. Desde niño hemos visto al Nucky inteligente, ahora vemos al estratega y al ambicioso.
En 1931, Nucky mantiene intactas todas estas cualidades y añade otras muy importantes, sobre todo la experiencia, que probablemente (junto con su ángel de la guarda cubano) sea la que le mantiene con vida. En este episodio, vuelve a sufrir otro atentado junto con Maranzano. Debieron Luciano y Lansky pensar que tener a los dos en la misma habitación era una oportunidad única para matar dos pájaros de un tiro. Es de esperar, pues, que el Nucky conciliador, temeroso por su vida y harto de vivir al otro lado de la ley, sea aparcado por el momento. Todo el mundo sabe que el señor Thompson sabe cómo devolver un favor, pero también sabe cómo consumar una venganza espectacular.
Por primera vez en la serie, en King of Norway, podemos contemplar a un Al Capone debilitado (física y psicológicamente) y paranoico. Supongo que no ha habido tiempo para introducir una historia más desarrollada con Elliott Ness en escena, pero hubiera enriquecido mucho a la serie desde el punto de vista histórico y como material adicional de la película de Brian de Palma, con la que quizá esperaba más guiños. En medio de todo se encuentran Nelson/George y Eli, que tendrán que colaborar contra Capone antes de ajustar cuentas entre ellos. Al fin supimos que esas ensoñaciones eran en realidad recuerdos de Eli siendo infiel con la mujer de Nelson. Interesante será ver cómo se resuelve todo esto.
En medio de toda esta vorágine de violencia inminente, vemos dos tramas que se siguen planteando sin saber hasta dónde quieren llegar los guionistas en los tres capítulos que quedan. La primera es la historia de Gillian encerrada en el psiquiátrico, del que pretende salir antes de que el médico haga de las suyas en su cuerpo. La segunda es la de Chalky White, cuyo único propósito en la temporada debe ser una venganza demasiado fría contra el Doctor, aunque el descubrimiento de lo que parece ser su hija con la corista puede hacer cambiar sus planes. Ambas historias me parecen tan tangenciales que parecen epílogos para sus personajes, puede que más en el caso de la señora Darmody.
Tres capítulos son sólo tres horas más de Boardwalk Empire. En ellas, esperamos ver cómo se resuelve el futuro de Nucky Thompson, pero también unir todas las piezas del puzzle que componen su pasado y conocer al fin, con todos los matices restantes, quién es este protagonista que nos ha cautivado durante más de 60 horas. Es cuestión de tiempo.
Es increible que la serie ya está a punto de finalizar, con tantas tramas que quedan por resolver. Ojalá no las acaben a las volandas, pues no sería justo, para una serie soberbia como lo es Boardwalk Empire.
ResponderEliminarUna consulta, ¿quién es el actor que hace de Nucky joven, pues de verdad se parece mucho a él? Y la voz también es la de Steve Buscemi ¿verdad?
A mi me sorprendió lo mismo, ese actor, lo clava.
ResponderEliminarLa voz yo no diría que es la de Buscemi. Me parece que el actor lo que ha hecho es currarse la interpretación, pone la voz parecida, entona igual que Buscemi, e incluso gesticula igual con la cara, muy logrado.
Por cierto, el actor es Marc Pickering.
Gracias por la respuesta. Realmente todos los actores de esta magnífica serie son increibles.
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