Con este nuevo capítulo, Doctor Who vuelve a la carga de la mano de Moffat. Muchos no coincidiréis conmigo, pero lo voy a decir de todas formas. El capítulo de la semana pasada me pareció un sinsentido total y no lo digo porque tuviera poco que ver con la trama principal; ya sabemos que de eso no nos libramos y a veces el resultado suele ser muy bueno. Sin embargo, como bien dijo Ana García en el review de la semana pasada, Capaldi es lo mejor de la nueva temporada y yo por lo menos tenía miedo de que tuviera que seguir haciendo malabares con un guión que no le hace justicia.
Clara ha sido la piloto de este nuevo episodio y parece ser que tendremos
a un nuevo Rory a bordo. Danny Pink es ahora el novio oficial de Clara y ésta ya
no podrá evitar el encontronazo entre sus dos hombres.
En cuanto al Doctor, seguimos en proceso de conocerlo más y se me está
haciendo un poco larga la espera. Lo sé, soy una impaciente, pero espero no
tener que esperar hasta navidad para obtener respuestas. Volviendo al capítulo,
el Doctor ha ido hasta el fin del universo con tal de saber si sus miedos hacia
el monstruo de debajo de la cama tienen fundamento o no. De paso, para disfrute
de muchos, hemos visto un guiño al 50 aniversario y una pequeña parte de su
infancia. Lo que queda claro es que lo que estaba debajo de la cama del Doctor
era Clara pero poco sabemos del monstruo envuelto por una manta. Quizás lo
hayan dejado caer y lo retomen más adelante. Además, seguro que el nuevo
fichaje de Clara tiene mucho que contar sobre su pasado.
Un apunte final. Es curioso que la idea del buen soldado sale una y
otra vez, en todos los capítulos de la nueva temporada, en este caso representado
por un soldadito de plástico sin armas. Parece que el Doctor tendrá que abrazar
su naturaleza guerrera en una batalla inminente, ¿verdad? Y la palabra guerrero
me lleva a pensar otra vez en John Hurt. Quizás en lugar de intentar encontrar
parecidos entre el duodécimo Doctor y sus antecesores (en las redes sociales no
nos cansamos de compararlo con Ten y Eleven), deberíamos fijarnos en aquel al
que conocimos muy brevemente como The War
Doctor.
Por último, os dejo la promo de la semana que viene, que así a primera
vista me parece bastante apetecible.
Me parece alarmante la cantidad de gente que pide información sobre el "monstruo" de la cama cuando el capítulo ha dejado bien claro que no existe monstruo alguno. De hecho es muy obvio porque lo van avisando durante todo el capítulo. Ante toda aparición del ficticio monstruo el Doctor no para de avisar de que hay 2 opciones: o es un monstruo o es algo mucho más simple. En la escena del orfanato el Doctor no para de decir que quizás sea un niño gastando una broma. En el fin del mundo, a cada ruido da una explicación racional: esto son las tuberías enfriándose, esto otro los conductos de ventilación estabilizándose... Y al final se demuestra que no hay monstruo, que todo era obsesión del Doctor por "culpa" de Clara asustándole bajo la cama cuando era un niño.
ResponderEliminarY es que esa es la genialidad del capítulo. Se nos muestra a un Doctor asustado, obsesionado con "el monstruo debajo de su cama" hasta el punto de que, pese a que es consciente de que todo lo que ocurre puede tener una explicación lógica, su obsesión lo empuja a pensar que hay algo más. Y es exactamente lo mismo que pasa al espectador. Deseamos con tanta fuerza que haya algo mas que no nos bastan las explicaciones lógicas y optamos por la opción del monstruo. Pero al final no hay monstruo, así que no creo que se vuelve a hablar del tema, no hay necesidad.