Cuando The Mindy Project nos regaló ese esperado momento en el avión donde Danny la besaba apasionadamente, muchos nos desesperamos antes los dos meses de sufrimiento que nos aguardaban hasta que la serie regresara.
Después de semejante cliffhanger, nadie sabía muy bien qué esperar. ¿Respondería Mindy positivamente? ¿Empezarían Mindy y Danny a salir juntos? ¿Les iría bien o estaban destinados al fracaso?
Con la emisión de dos episodios la primera semana, fuimos muy felices. Mindy enseguida le devolvió el beso y ambos supieron que aquello iba en serio, estaban locos el uno por el otro. Pero primero, Mindy tenía que estar soltera, así que tras algunos momentos cómicos, nuestra pareja favorita empezó una relación secreta, algo que lo hacía todo mucho más interesante.
Pero entonces, de repente, la siguiente semana, en un giro que a todos nos indignó bastante, los guionistas decidieron que Danny actuara como un cobarde y le dijera a Mindy que debían continuar siendo amigos, que no quería perderla.
Tras unos capítulos muy frustrantes en los que Danny empezó a tontear con todas las chicas que se ponían en su camino y parecía haber olvidado completamente lo que acababa de ocurrir, Mindy decidió que debía seguir con su vida. Y cómo no, en cuanto Mindy empezó a tener citas de nuevo, Danny se puso celoso.
Lo que nos lleva a la finale...
Mindy ve a un chico en el metro y se sonríen mutuamente, aunque no se llegan a conocer. Días después, el chico pone un anuncio en el periódico buscando a la chica del metro, todo muy de película. Mindy, romántica incurable, contesta y ambos empiezan a hablar y tontear.
Tal como esperábamos, todo era demasiado perfecto para ser verdad y descubrimos que el chico del mensaje es en realidad Danny, que se ha dado cuenta del error que cometió y está tratando de enmendarlo. Mindy y "el chico del metro" deciden quedar en el Empire State Building, donde Danny tiene pensado hacer su gran declaración de amor. Sin embargo, justo antes de la cita, Mindy va a ver a Danny y le dice lo mucho que se alegra de la decisión que tomó de ser solo amigos, dejando a Danny confundido e incapaz de acudir a la cita.
Mindy, plantada en el lugar más romántico de Nueva York, acude a su mejor amigo en busca de consuelo y ambas pasan unos días geniales, dejándonos claro que están hechos el uno para el otro.
Pero como toda comedia romántica, llega el momento crisis. Cuando Mindy y Danny se encuentran al chico del metro, Mindy lo ataca por haberla dejado plantada (el pobre no se entera de nada). En ese momento, Danny debe confesar lo que hizo, provocando el comprensivo enfado de su compañera, que no quiere saber nada más de él.
Por eso, cuando Danny le pide que se reúna con él en el Empire State Building ese mismo día, ella dice que no piensa ir. Danny insiste en que él la esperará toda la noche, pero Mindy parece muy convencida. No es hasta que sus compañeros de trabajo la convencen (Danny aún guarda sus pendientes), que Mindy se decide a acudir a su rincón favorito de la ciudad.
Pero entonces, Morgan y compañía se encuentran a Danny, tan tranquilo, comiendo una pizza en un restaurante, ya que a pesar de su promesa, no cree que Mindy llegue a aparecer. Ante nuestra desesperación, ellos le dicen que Mindy ha ido a buscarle y él se pone a correr hacia el Empire State Building (no sin antes preguntar dónde está, muy típico de Danny).
Y en un final tan perfecto como clásico, Danny llega al piso de arriba y no ve a Mindy por ninguna parte. No es hasta que oímos unos suspiros de cansancio que vemos que nuestra protagonista favorita está acostada en el suelo, agotada por haber subido todos los pisos a pie. Danny se tumba junto a ella... y vivieron felices y comieron perdices.
Muy Sleepless in Seatle. Me encantó, jeje.
ResponderEliminarpor fin he visto el final. Muy bueno. Me encanta Mindy.
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