Mixology, pedacitos de la vida misma

A finales de mayo se despedía esta serie de segunda línea con resultados muy discretos y que dio exactamente lo que prometía: una historia de diez personas, una noche y todas las cosas estúpidas, vergonzosas y ridículas cosas que hacemos para encontrar el amor. Y es que, siendo un poco exagerado que estas diez personas se relacionen entre sí y en la misma noche, son historias bastante actuales y realistas.

Pero pasó sin pena ni gloria. De hecho, hay quien vio el piloto pero solo conozco a dos personas que la hayan visto hasta el final (y una de ellas soy yo). Pues es otra serie que recomiendo. Como dije sobre el piloto, esta podía ser una de esas maravillas efímeras que no es necesario alargar y que recordaríamos durante un tiempo.

Ayer mismo me preguntaban si Mixology mejora tras el piloto y he contestado que no. Mi respuesta ha sido que mantiene el nivel. Esto es cierto, pero realmente sí hay una mejoría. No mejora el humor, no mejoran los guiones, pero mejoran las situaciones y los personajes. Durante el desarrollo la temporada, no terminaba de ver que algunas de las citas fueran a funcionar. No funcionaron. Y otras que llamaban la atención tampoco lo hicieron. Además, algunos personajes me resultaban insípidos o desagradables. Aun así, supieron conectar las historias de estos jóvenes para crear en nosotros esas sensaciones de desaprobación o bendición que tenemos cuando un amigo conoce a alguien o decide salir con esa persona. Además, habiendo mantenido hasta el final cada estereotipo, porque Bruce ha sido completamente irritante durante toda la temporada, han creado historias muy interesantes.

A toro pasado, puedo decir sin exagerar (bueno, igual un poco sí) que Mixology es una gran lección vital. Si estás desconectado de este mundo, podrás ver cómo se comportan ciertos tipos de personas; si quieres tomar ideas, aquí encontrarás principalmente cómo NO proceder; y si tienes dudas sobre tu forma de actuar o sobre las consecuencias de tus decisiones, quizás te veas reflejado en alguno de los protagonistas. Hay consejos sin sentido de los colegas, como invitar a la chica a ver Zoolander como apuesta segura para tener éxito, o teorías más o menos acertadas sobre hombres y mujeres y sus miedos o inseguridades, pero creo sé que es un reflejo fiel de la realidad actual. Si todo esto no va contigo, bueno, has disfrutado de una comedia romántica un poco larga. Bastante mejor que muchas de las existentes, debo añadir.

Cada uno a su casa, acompañado o no, y despedida. Tom y Liv como pareja ideal, totalmente inesperado, giro fantástico, comprensible que no funcionara. Bruce solo, oh sí; Dominic y Ron también se van solos, el karma me apoya; Liv (grande Liv, grandísima), lógicamente sola; Jessica sola pero con el estómago lleno, bien por ella; Fab con el hawaiano, mortal; Cal y Kacey, love cuatroever; y finalmente Tom y Maya, la razón de ser de esta serie. Happily ever after.