No sé vosotros, pero a mí la quinta temporada de Community se me ha pasado en un suspiro. Algunos diréis que aquí procede aquello de "lo bueno, si breve...", pero realmente a mí no me ha dejado tiempo ni para saborearlo.
Como decía en enero, Community tenía ante sí un reto muy complicado pero también muy sencillo al mismo tiempo: recuperar a su entusisasta fandom. Eso lo logró con su quinto episodio, Geothermal Escapism (o Community: Lava World) y con la despedida de Troy. Lo demás ha sido coser y cantar.
Realmente, Dan Harmon no se ha comido la cabeza demasiado, para ser realistas. Después de tanto tiempo, sabe lo que le gustará a su público y lo que no (algo que se notó en la cuarta temporada, por ejemplo), por lo que se ha limitado a explotar la nueva Community repitiendo con ligeras modificaciones algunos de los best hits de la serie. Desde ese "ecuador" que supuso el Lava World, Community nos ha traído más episodios distópico-caóticos (App Development and Condiments), ha vuelto a poner a Greendale en la cuerda floja como ha demostrado en la recta final (episodios sandwicheros), ha traído un episodio locurón-inesperado (G.I. Jeff), no se ha cortado en recuperar temáticas de éxito (Advanced Advanced Dungeons & Dragons) y ha seguido llevando hasta el límite algunas de las relaciones que ya estaban establecidas desde hace tiempo, tanto románticas como no románticas.
En definitiva, la quinta temporada de la serie se ha tomado muy en serio aquello de agradar a los fans y realmente no veo que hayan acometido muchos riesgos, algo que no necesita hacer a estas alturas pero que sí fue su seña de identidad en el pasado. Lo único que realmente ha significado jugar con juego ha sido el breve romance Abed-Rachel, que ya fue testeado hace bastante tiempo y que ha sido algo más experimental que otra cosa.
No obstante, ha sido una temporada muy disfrutable que nos ha traído de vuelta al Community tal y como lo recordábamos. La sexta temporada está cada vez más cerca y ya sabemos qué vendrá después.
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