El capítulo de The Newsroom de esta semana ha consistido en comenzar a explicar los numerosos cambios que nos ofrecieron en el primer capítulo, y también cocina a fuego lento la trama principal de la temporada y las relaciones entre los personajes. Pero no se olvida tampoco de introducir nuevas tramas pegadas a la "actualidad". Y, periodísticamente, ha sido uno de los más jugosos de los que llevamos de serie (servidor estudia la carrera de Periodismo, así que, inevitablemente, el texto tendrá carga puramente periodística). Veamos que nos ha dejado un capítulo con una gran cantidad de frentes informativos.
El primer resorte informativo nos lleva a septiembre de 2011, a la ejecución de Troy Davis. Este hombre de color fue condenado a muerte en 1991 por ser el asesino de un policía estadounidense en Georgia, sin existir prueba material que lo incrimine ni encontrar nunca el arma del crimen, y siete de los nueve votantes del jurado se retractaron del veredicto que le condenaba a muerte. Esta situación afecta especialmente a Don, que lleva cubriendo el caso durante nueve años y cree en su inocencia. A él le llega un aviso, de una fuente poco fiable, de que uno los votantes de la Junta de Libertad Condicional de Georgia ha cambiado por culpa de la presión de los lobbys, que es ilegal. Por más que el productor se esfuerce en encontrar la segunda fuente que verifique la noticia (incluyendo la insinuación de malas artes periodísticas, como amenazar al acusado con exponerlo ante la opinión pública), no lo consigue y Davis es ejecutado.
Mientras tanto, Jim Harper consigue entrar en el autobús de Romney para los periodistas gracias a Hallie (Grace Gummer, hija de Meryl Streep), que no tarda en recordarle que son competencia, y que no le va a poner las cosas en bandeja al productor. Esta trama, de momento, no tiene mucho interés, más allá del posible lío amoroso a la vista entre Hallie y Jim, y supongo que crecerá en importancia a medida que nos acerquemos a los puntos calientes de la campaña electoral.
Neal sigue en su empeño de demostrar que el movimiento Occupy Wall Street es real y, pese a las burlas de sus compañeros de redacción y el eñgaño de la "coordinadora" del movimiento, se planta en Wall Street y se encuentra con una gran manifestación en la que los policías están actuando de manera desproporcionada. Él lo graba todo con su teléfono y, por esto, es arrestado por la policía. Sin embargo, es capaz de transmitir el vídeo a la redacción. Gracias a ello, y a la mediación de Will en comisaría, es liberado. También se trata el asesinato mediante drones (otra historia que viene de la premiere) de Anwar al-Awlaki, el primer ciudadano americano asesinado por las tropas estadounidenses. Will, Mac y Charlie discuten sobre si, tras haber llamado el primero al Tea Party "talibanes americanos", es conveniente que en el programa se defienda a un jefe de Al-Qaeda.
En el plano de las relaciones personales, en este episodio Maggie ha ido de mal en peor. Si en el anterior Don la dejaba por un vídeo de YouTube, en este la joven periodista ha salido, junto con Sloan, en la búsqueda de la autora del vídeo para que lo quitase, ya que la política del portal de vídeos tarda cinco días y ella teme que su amiga Lisa pueda enterarse. Es curioso como una periodista, que se supone que debe saber manejar a las personas y llevarlas a "su terreno", es un completo desastre para hablar con una desconocida de la que, además, pretende conseguir algo. Gracias a la intervención de Sloan, consiguen que quite el vídeo momentáneamente, ya que en unas horas lo vuelve a subir y, esta vez, Lisa lo ve. Tras discutir con ella, Maggie se plantea, al igual que Jim hizo con el autobús de campaña, salir a África a cubrir "el siguiente lugar donde los americanos irán a morir".
Por otro lado, tenemos a Will. En la temporada pasada nos presentaron a Will como una persona muy preocupada por las audiencias y la imagen que los demás tenían de él, y así es. El presentador llega a buscarse en Internet para saber por qué la gente le odia, incluso durante la misma emisión del programa. También hemos conocido la primera vez que McAvoy se puso delante de las cámaras, durante el atentado del 11 de septiembre contra el World Trade Center de Nueva York. Quizás, por eso mismo, le fastidie tanto que le hayan sacado del programa especial aniversario de dicha fecha.
Por otro lado, tenemos a Will. En la temporada pasada nos presentaron a Will como una persona muy preocupada por las audiencias y la imagen que los demás tenían de él, y así es. El presentador llega a buscarse en Internet para saber por qué la gente le odia, incluso durante la misma emisión del programa. También hemos conocido la primera vez que McAvoy se puso delante de las cámaras, durante el atentado del 11 de septiembre contra el World Trade Center de Nueva York. Quizás, por eso mismo, le fastidie tanto que le hayan sacado del programa especial aniversario de dicha fecha.
De nuevo en la redacción, Jerry comienza a cuadrar la historia sobre el caso Genoa, que sabemos que es el que articula toda la temporada. Tras recibir el aviso del caso, Jerry le cuenta la historia a Mac, que duda mucho de que una historia así sea cierta. Debido a la importancia de esta historia, la productora de News Night insta a Dantana a que comience a hacer llamadas ya que, en el caso de que la historia fuese cierta, los responsables tendrían que ir a prisión (el uso del gas sarín o nervioso está considerado un crimen de guerra por la ONU).
Recordemos, la operación Genoa es una operación inventada por la ficción de Sorkin, pero que se basa en un escándalo, el Tailwind, que sacudió a la CNN —una de las cadenas informativas más prestigiosas del mundo— por declarar que los Estados Unidos había utilizado gas sarín en Laos, durante la guerra de Vietnam, y éste había matado a más de cien personas, incluyendo mujeres y niños. Esta historia fue desacreditada, y la cadena recibió una gran cantidad de ataques.
Al final del capítulo, Jerry contacta con un marine involucrado en la operación Genoa. Tras poner a Mac al teléfono, el retirado marine declara que se usó gas sarín para una extracción de militares en Pakistán, que está dispuesto a ser la fuente y que es consciente de que está hablando con la prensa sobre un asunto confidencial. Veremos como toca Sorkin el tema del periodismo cuando en juego está material clasificado.
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Este capítulo de The Newsroom ha continuado en la línea del primero, reforzado con una gran cantidad de noticias de actualidad que ha otorgado gran dinamismo al episodio. El asunto Genoa tiene sustento para ser ampliamente desarrollado y a ver cuál es el camino que recorren nuestros periodistas hasta llegar al escándalo de abogados que nos presentaron en la première. De momento, no pinta nada mal. Y a ti, ¿Qué te ha parecido el capítulo de The Newsroom?
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