Castle y compañía han vuelto esta semana con un capitulo divertido que saca la parte más friki de la detective y el escritor. Un claro guiño a Firefly, en la que Nathan Fillon participó hace ya diez años y que hace referencias tan claras como los Creavers (en Firefly era Reavers) y cuando Castle comenta que entre sus series de ciencia ficción favoritas está "aquella de Joss Whedon". De este modo, dejamos de lado la carga dramática del episodio anterior para disfrutar con una trama original que convierte el caso procedimental en un montón de guiños y sonrisas.
El capítulo ocurre en la SuperNovaCon, una especie de ComicCon ficticia en la que Castle está firmando ejemplares del cómic de su novela. Entre todo el cosplay y stands de scifi, se encuentra la experiencia fan de Nébula-9, una serie que fue cancelada después de doce capítulos y que narra las peripecias de un grupo de cadetes que durante una misión espacial descubren que la Tierra ha sido destruida y se enfrentan a su enemigo: los Creavers. ¿Os suena de algo?
La víctima es Anabelle Collins, la encargada y dueña de los derechos de Nébula-9 después de que la serie fuera casi olvidada. En medio de todo esto, Castle y Beckett discuten la calidad de la serie, al descubrir que la detective en sus años de universidad era toda una fanática. Las investigaciones pronto se centran en el personaje principal de la serie, Max Rennard, con el que Anabelle tenía ciertos problemas dado que el susodicho solía llegar ebrio al espectáculo. Además, el forense revela que la víctima fue asesinada mediante una pistola láser, como las que se utilizaban en la serie.
Junto a Esposito y Ryan interrogan a la antigua protagonista de la serie, y que Beckett tenía como un ídolo. Pero la actriz parecía estar muy alejada de lo que fue serie. Así mismo, descubren que Anabelle estaba pensando en vender los derechos de la serie con el fin de volver a retomarla. Pero ante su muerte, todos los derechos pasarían a su mejor amiga, que no tarda en realizar la transacción. ¿Seria Anabelle asesinada por dinero?
El capítulo tiene un giro final en el que se averigua quién es el asesino de una manera curiosa, gracias a los restos que deja la pistola láser en la mano. Además, durante todo el capítulo hemos podido disfrutar de la cantidad de referencias que se hacen al mundo de la ciencia ficción en un ambiente totalmente divertido. En resumen, un episodio diferente con momentos hilarantes (aquel en el que Castle se encuentra con Alexis o todo el personaje de Max Rennard) y que supone un interesante soplo de aire fresco.
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