Este nuevo episodio comienza donde lo dejamos, Dexter le explicará a Debra que está matando a Travis por todo lo que les ha hecho pasar, por todo lo que ha hecho y que se siente muy confuso. Nadie se lo cree, aunque sí es de admiración la genial actuación de Michael C. Hall en el episodio. En este episodio e intuyo que en la temporada completa veremos a un Dexter confundido, un personaje que ha ido cambiado en estos últimos años, que es padre antes que asesino, y que no es el meticuloso al que estábamos acostumbrados; ahora Dexter es impulsivo.
A pesar de lo “legal” que es Debra, su hermano está por encima de todo lo demás, y tras hablar con él decide no llamar a la central y ocultar el asesinato de Travis. Se hace cómplice por no delatar a su hermano aunque ese fue su primer instinto. Dexter y Deb quemarán la iglesia para dificultar a sus compañeros encontrar pruebas y hacer parecer que Travis se suicidó de la misma manera que asesinaba, por todo lo alto.
Por suerte para Dexter, que en un descuido ha dejado su muestra de sangre en el escenario, su trofeo, el detective Mike es asesinado esa misma noche, y todo el equipo se vuelca en resolver al asesinato del que era su colega. No obstante, el descuido le puede pasar factura, Laguerta lo encuentra y lo mandará a analizar. ¿Puede este detalle sacar a la luz al oscuro pasajero?
Por otra parte Louis Greene, el ayudante de Masuka la temporada anterior y el que tiene todas las papeletas para ser el antagonista de esta temporada es pillado por el mismísimo Dexter en su apartamento husmeando. Como digo, Dexter cada vez se enfrenta con más dificultades, su hijo, Greene, ahora Debra, todo se le está torciendo.
Al contrario de lo que esperaríamos de un Dexter bajo presión, un Dexter que se tiene que enfrentar a su hermana, un Dexter que debería controlarse, lo que encontramos es un personaje que actúa compulsivamente, que no se puede controlar. En otros episodios vemos que el forense tarda en encontrar a los asesinos, los investiga, los estudia. Dexter encontrará en un tiempo record al asesino del detective Mike, el ucraniano Viktor, que está huyendo del país, y ni corto ni perezoso pondrá rumbo al aeropuerto para matarlo allí mismo. Esto no nos cuadra, este no es el meticuloso asesino en serie al que estamos acostumbrados. ¿Qué le está pasando a nuestro Dexter Morgan?
Sorprendentemente parece que no le da mucha importancia al hecho de que Debra le haya pillado con las manos en la masa, y sigue su vida normal. Obviamente Deb, que está en estado de shock, investiga, va atando cabos de años anteriores y en los últimos minutos del episodio la encontramos en casa de su hermano, ha encontrado todo, ha sacado todo y cuando Dexter llega a casa la encuentra en el salón, esperando una buena explicación que no podremos ver hasta la semana que viene.
Me ha encantado el capítulo. Es el principio del fin de Dexter. Muy irónico que Laguerta, la gran amiga de Oakes, vaya a encontrar la prueba que, más que incrimine a Dexter, descarte al fin lo que siempre supo, que Oakes no era un asesino. En cuanto a lo de que esperas que vuelva el oscuro pasajero de siempre...hace ya mucho tiempo que Dexter dejó de ser meticuloso, y creo que ahí está la gracia de la evolución del personaje.
ResponderEliminarEl episodio me ha dejado un poco confundido, aunque se agradece esta vuelta de tuerca después de seis temporadas. Creo que de alguna forma Laguerta irá atando cabos por lo de la placa y acabará por ser la que vaya detrás de Dexter, y que Debra estará en una encrucijada porque no sabrá si delatarle o no.
ResponderEliminarY, como dices, es poco verídico que Dexter se haya vuelto tan poco meticuloso...
Sin duda, se plantea una temporada de lujo!
mmm sigo sin entender qué rareza veis en que Dexter cada vez la cague más. No recordáis ese asesinato compulsivo cometido en la quinta temporada, que se cargó a un tío random en un lavabo cutre de pura rabia? O cómo se deshace el niñato ese en la sexta temporada, en plena playa?
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