Esta semana la familia Botwin viene pisando fuerte. Y es que por fin podemos ver cuál es el rumbo que va a tomar la serie en sus capítulos finales. Lejos del comienzo y de las ventas minúsculas de marihuana, esta vez Nancy, acompañada de Silas, se embarca en una nueva aventura: las multinacionales farmacéuticas. Sí, era demasiado pedir que Nancy se alejara completamente del negocio familiar, pero las intenciones eran buenas al menos.
¿Pero cómo llegan Silas y Nancy a encontrar semejante trabajo? Fútbol. En los entrenamientos del pequeño Stevie, Nancy conoce a Terry (Kevin Sussman, The Big Bang Theory), un camello legal que trabaja en la farmacéutica y que administra drogas a los padres de los demás niños con el fin de que le acepten. Dada la situación económica en la que se encuentra la familia Bowtin, Nancy busca desesperadamente un trabajo y acepta encargarse del crío de Terry por una noche a cambio de que él la recomiende en su empresa.
Por otro lado, Doug, Andy y Jill tienen un problema: ella está embarazada pero no sabe de quién de los dos. Ambos tienen dudas y esperanzas acerca del embarazo y finalmente, Andy acepta hacerse cargo del niño y tomar la función de padre, la única que le falta por realizar.
Desde que un ofendido RJ le robara todas las plantas de marihuana a Silas, éste andaba como loco buscándole. Y finalmente lo encuentra en un psiquiátrico atiborrado de pastillas y donde le confiesa que sus plantas están en la casa de sus padres. Con el fin de recuperar su querida plantación, Silas se viste de ladrón y entra en la casa con tan mala suerte que justo en ese momento habían organizado una fiesta sorpresa a la madre de RJ y para salir del paso tiene que ejercer de stripper.
Después de una noche imposible con Stevie y el hijo de Terry y sus incesantes peleas, Nancy al fin obtiene su recompensa. Terry le cuenta sobre unos experimentos que están llevando a cabo con la marihuana para cuando legalicen su consumo de cara a los fármacos y les obtiene a Silas y a ella una entrevista de trabajo. Experiencia no les falta en el campo y al menos esta vez es legal, o eso parece. Habrá que ver cómo se las ingenian madre e hijo en esta recta final con un giro nuevo y que todavía tendrá mucho que dar de sí.
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