No he visto Weeds pero creo que salvo por esta excepción (me dicen que fue una temporada excelente) podríamos hablar de una dinámica en la que acaban por caer todas las dramedias femeninas de Showtime: el bajón de la tercera temporada. El año pasado sufrimos las respectivas terceras temporadas de United States of Tara (tras la cual fue cancelada) y Nurse Jackie (tras la cual perdió mi respeto), y temía que llegara el momento en el que la estupenda The Big C regresara con su tercera entrega. Así lo hizo, la semana pasada, confirmando mis peores temores, pero tras ver dos episodios más podemos decir que solo era un pequeño susto para ponernos en situación. The Big C sigue en forma, aunque más cambiada que nunca.
Sin duda, el regreso de Cathy Jamison fue una trampa pasada de rosca. Tras la muerte de Paul, o lo que parecía su muerte (especialmente después de que apareciera junto a los amigos fallecidos de Cathy, Lee y Marlene), pensamos que Cathy iba a tener que enfrentarse al cáncer más sola que nunca. Cuál es nuestra sorpresa cuando al comenzar el primer episodio de esta temporada nos encontramos al marido no solo vivo, sino con una excusa para seguir ocupando escenas: tuvo un ataque y ahora cada vez que se pone nervioso debe controlar las pulsaciones de su corazón con un aparato de control remoto. Mientras, Cathy está desarrollando unas conductas de lo más extrañas, quién sabe si porque se siente sola sin Lee en este camino que tiene que tomar, o porque no encuentra su lugar en el mundo o, por qué complicarnos, porque sufre una grave crisis de identidad. Hacerse pasar por una azafata llamada Alexis en un pub londinense no es más que la punta de un iceberg que acabaremos por ver, espero, en el transcurso de la temporada.
Lo curioso es que, de una forma u otra, el resto de personajes de la serie también viven su propia crisis de identidad, lo que hace pensar ligeramente sobre la capacidad creativa de quien esté al mando del guión. No solo Paul, que después de "haber visto la luz" es una persona renovada que escribe un blog y trata de ser famoso, sino que el resto de la familia tratará de encontrar su verdadero yo en los siguientes episodios. Sean verá cómo su estilo de vida se siente amenazado por sus propias necesidades, Adam buscará respuestas a los sucesos que ocurren en su familia en la religión e incluso la divertida Andrea regresará de África completamente renovada y reivindicando la conciencia de raza a través de su alter ego, Ababu. Lo mejor de todo es que el cáncer de Cathy finalmente parece estar remitiendo, como atestiguan las pruebas médicas. ¿Por qué, si esto es así, nuestra protagonista parece sentirse más perdida que nunca? ¿Qué es lo que le falta a Cathy?
Puede que el primer episodio engañe y os decepcionéis pero en mi opinión la serie retoma su trayectoria en el segundo y, aún más, en el tercero. Esperad a ver a Susan Sarandon meneando el esqueleto, pues su personaje va a tener mucho que decir esta temporada (y otros secundarios de lujo como Allison Janney, Brian D'Arcy, Victor Garber o Mamie Gummer); y atentos al nuevo drama familiar, que pondrá a Cathy al límite. La tercera temporada de The Big C parece que se deja querer y esperemos que no decepcione.
Pues a mí me gustó mucho el primer capítulo de la tercera temporada, pero el segundo y el tercero me han decepcionado un poco... a ver si me reconquistan con los siguientes.
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