Los problemas de agenda nos impidieron comentar, una vez más, el episodio anterior de la magnífica The Good Wife con vosotros. Lo que personalmente no me imaginaba era que tras el giro que sufrió nuestra querida Alicia Florrick íbamos a ver más de ese lado oscuro que tanto le cuesta mostrarnos. El Blue Ribbon Pannel fue quien dio vida al polémico Mike Kresteva, y en Pants On Fire volvemos a enfrentarnos con él de una forma que deja entrever que el gran Matthew Perry volverá más de una vez a la serie para hacer de las suyas. Aunque por las noticias sobre la serie he pensado en más de una ocasión que la recta final de esta temporada iba a estar centrada en Kalinda, está claro que las revelaciones de este nuevo episodio ponen al resto de tramas (incluyendo los problemas del bufete o la suspensión de Will) en segundo plano.
¿Quién podría sospechar que Kresteva (vaya nombre, por cierto) iba a dar tanto juego? Después de poner a Alicia en la incómoda situación de omitir la verdad por beneficiar a los suyos (y ofreciendo una pizca de oscuridad que también necesitaba el personaje), era imposible imaginar que iba a utilizar la decisión que él mismo provocó a su favor. Tras hacerle una visita sorpresa, el ¿abogado, político? hace una aparición en los medios anunciando su candidatura al puesto de Gobernador del Estado, cargando al mismo tiempo contra Peter Florrick y su mujer, Alicia, falseando los hechos que ocurrieron tanto en el panel como anteriormente en el despacho de la abogada. Eli tiene que entrar en acción para proteger a su cliente, y a pesar de que trata de convencer a Alicia de que se olvide del tema, ésta vuelve a enfrentarse a Kresteva sin mucho éxito. Ahora es Alicia la que está furiosa, y hará todo lo posible (es decir, seguir los consejos de Eli) para que su marido gane. De ahí que la escena final con ambos antes los medios anunciando la candidatura de Peter sea tan poderosa a la par que simbólica. ¿Recordamos el piloto?
Tampoco nos podemos olvidar de Eli, que es consejero de la campaña de su exmujer, Vanessa. Cuando un mandamás del partido demócrata (ya ha aparecido antes pero no recuerdo su nombre) se acerca al estratega para decirle que no quiere a su mujer como senadora, Eli tendrá que recular con arte y mentiras para tratar de no dañar a su motivada mujer. Tampoco olvidemos el enfrentamiento entre Peter y Mike en el ascensor, en el que dejan claras las reglas del juego: incluso las familias entrarán en la batalla mediática, así que preparémonos para que salgan todos los trapos sucios. ¿Cómo lo gestionará Eli? ¿cómo lo llevarán Alicia y los niños?
La decisión de Peter de competir contra Mike a pesar de las amenazas tiene mucho que ver con su madre, Jackie. La anciana, muy bien comparada en el blog de Alan Spinwall con Livia Soprano, ha pagado la entrada de la casa que compartieron Alicia y Peter en sus años felices, y que la abogada estaba respuesta a recuperar. El enfrentamiento en la peluquería me ha sabido a poco, pero ya era hora de que le viéramos las garras a la matriarca; de hecho, era de esperar que las cosas se quedarán tal cual cuando Peter le requiere a su madre que abandone sus intenciones de compra, tras haber hablado éste con Alicia. Ni con acusaciones de manipulación o muestras de cariño puede reconquistar a su hijo, pero con un ataque que la deja moribunda en un hospital le tiene ganado. No voy a decir que Jackie se lo provocara o lo fingiera (aunque creo que sería bien capaz), pero aprovecha esa oportunidad para poner a Peter de nuevo de su lado. No sé si el drama de la casa volverá a salir, pues era más simbólico que otra cosa, pero lo que queda claro es que Jackie va a tener mucho que decir. ¿Qué decir de Jackie? En el fondo entiendo el porqué de sus actos; en realidad no lo hace con maldad, solo con el convencimiento de que lo hace por el bien de su hijo.
El caso tal vez haya sido lo más flojo del episodio. Se trataba de tres chicas acusadas de asesinato, cuya condena se revisaba tres años después de su condena tras los problemas surgidos con el análisis de prueba de la Fiscalía (tema que salió la temporada pasada, si no me equivoco). El ingrediente fundamental es que, como se trataba de tres chicas, cada una representada por una firma, las decisiones que toma cada una afecta a las demás. Por esa razón, Diane pone a Kalinda a investigar para tratar de resolver el caso a pesar de haber pasado tanto tiempo... y, cómo no, lo hace. Mientras, Will coquetea y algo más con una de las abogadas, que tiene entre otras cosas la oportunidad de transmitirle cómo es estar suspendido de la abogacía.
¿Qué os ha parecido este regreso a las tramas políticas? Está claro que si algo no lo impide tendremos otra carrera política en la cuarta temporada, y esta vez las cosas se van a poner muy turbias.
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