Después del final del capítulo anterior en el que Castle terminaba hundido al descubrir que Beckett recordaba su emotivo "te quiero" de la season finale de la tercera temporada y no le había dicho nada al respecto, la relación parece enfriarse por momentos. Y es que un mosqueado Castle vuelve al carácter ostentoso y mujeriego de las primeras temporadas, dejando a Beckett totalmente perpleja. ¿Tendrá la pareja el final feliz que todos ansiamos? Esperemos que en los tres capítulos que quedan de la temporada podamos verlos felices.
El capítulo de esta semana comienza con la muerte de Naomi, una top-model inglesa que aparece asesinada en un motel después de haberse visto envuelta en una pelea en una fiesta de famosos. Todas las evidencias apuntan a un hombre que salió de la escena del crimen corriendo, pero que resulta ser Colin, un inspector de Scotland Yard que conocía a la víctima. La química entre Beckett y Colin es más que evidente, pero la detective se centra más en intentar expresar lo que siente por Castle que en el guapo inspector inglés.
Según avanza la investigación, nuestro equipo descubre que Naomi estaba teniendo un comportamiento extraño últimamente y que la pista que le había dejado a Colin (una llave), resulta ser una foto de Nigel, del Consulado Inglés. Aquí es cuando, debido a la inmunidad diplomática, Beckett y Colin son obligados a colarse en una fiesta e intentar conseguir las huellas dactilares de Nigel, con el fin de cortejarlas con el cuerpo.
Evidentemente, la pareja consigue el objetivo pero en vano. Las huellas no coinciden, por lo cual se centran en la segunda pista que es había dejado Naomi: un número que resulta ser pertenecer a una valija diplomática.
Por otra parte, Castle ha empezado a salir con una rubia explosiva y Beckett sigue sin saber cómo declarase, y es que el escritor tampoco se lo pone fácil pasando de ella. Finalmente, la valija resulta ser un montón de misiles y el caso se convierte en un problema de tráfico de armas internacional. Y es que las armas eran transportadas a Uganda, donde había muerto el año pasado el novio de Naomi. En realidad, lo único que quería la difunta era descubrir porqué había muerto su novio.
En definitiva, esperemos que las cosas entre Beckett y Castle se arreglen en lo que queda de temporada y la detective se anime a dar el paso, dado que ahora mismo la pelota está en su tejado. Esperemos que no sea demasiado tarde (sabemos que no) y que Castle no rompa para siempre con ella.
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