Esta semana ha sido la semana de regresos de bastantes series, y entre ellas Supernatural, que se había tomado unas semanas de descanso debido al cumpleaños de Jensen Ackles (Dean) y el nacimiento del primogénito de Jared Padalecki (Sam). Y la verdad que el episodio ha empezado bastante bien, muy interesante la verdad, pero a la mitad se ha convertido en un episodio demasiado normal. El tema de los leviatanes es un poco cargante, y lo que parecía un caso de los de siempre, ha terminado siendo un caso aburrido de leviatanes.
El capítulo empieza cuando una bailarina muere al ritmo de ‘el lago de los cisnes’ al no poder parar de bailar y sus pies ‘explotan’. Cuando Dean y Sam se ponen manos a la obra, descubren que se enfrentan ante unos objetos malditos que antiguamente pudimos ver en esta serie, objetos que se guardan en cajas especiales con hechizos. Pronto se darán cuenta de que la tienda de antigüedades que las vendió no sólo vendió dichas zapatillas, sino también un gramófono, una tetera y una revista pornográfica, todo procedente de esas cajas especiales. La mujer que compró la tetera murió al echarse agua hirviendo en la boca, y en el caso del gramófono y la revista, ambos pudieron salvarlos antes de que pudiesen acabar con la vida de los clientes.
Una vez zanjado el tema, mientras Sam intenta no dormirse para que Lucifer no se haga dueño de su mente, Dean descubre algo raro. Resulta que en la calle principal del pueblo (donde estaba dicha tienda de antigüedades), la mayoría de los inmuebles han sido comprados por la misma inmobiliaria. Y lo más raro de todo es que la antigua dueña de la tienda de antigüedades nunca quiso vender su tienda, pero un día cambió de idea y al día siguiente apareció muerta. En ese momento, un hombre (dueño de otra tienda) acude a las oficinas de la inmobiliaria para acceder a vender su tienda, pero en el último momento cambia de idea. La agente inmobiliaria adopta su imagen y mata al dueño y firma los papeles que le otorgan las escrituras a la inmobiliaria.
Evidentemente, la agente inmobiliaria es una leviatán, y cuando gracias a su asistente (leviatán también) se entera de que Dean y Sam están en el pueblo, quiere acabar con sus vidas. ¿Y cómo hacerlo? pues ambos van a la tienda de antigüedades y hacen que el hijo de la dueña llame a los hermanos Winchester para que les ayude por un problema con los objetos malditos. Cuando llegan allí empiezan a pelear por salvar sus vidas, pero tienen una ventaja con la que no contaban; el asistente leviatán quiere a su jefa muerta y le comunica a Sam cómo acabar con la vida de su jefa. Una vez acabada la pelea, el asistente leviatán les comunica a Dean y Sam que el rey leviatán quiere hacer un centro para curar el cáncer, ya que sólo quieren ayudar. Zanjado el caso, van a la caravana de Frank (el ‘amigo’ de Bobby) para agradecerle su ayuda en este caso, pero al llegar descubren que ha sido brutalmente asesinado.
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