Casi podemos afirmar que todas las temporadas se va a estrenar una serie de la que no esperas mucho y termina gustándote y una de la que esperas demasiado y termina decepcionándote. Para mí, por desgracia, Pan Am entra en este último grupo.
Me resulta complicado ser imparcial (dentro de lo que se puede ser escribiendo una crítica) ya que esta serie, que comenzó con un interesante piloto, ha terminado siendo una carga semana tras semana que solo he finalizado porque sabía que apenas tiene posibilidades de renovación por una segunda temporada.
Tras un piloto atractivo que sentó las bases de la que parecía que iba a ser una serie interesante, Pan Am se ha ido desinflando poco a poco, como sus audiencias, hasta convertirse, en mi caso, en una serie para ver de fondo, mientras hago otras cosas, que solamente he terminado porque sabía que sus posibilidades de renovar por una segunda temporada son más bien inexistentes.
Desarrollada en la compañía de vuelos Pan Am, se centra en la vida de cuatro azafatas y dos pilotos, personajes que empezaron planteando dramas interesantes a la historia (por ejemplo, la adaptación de la mujer a un mundo laboral en el que los hombres mandaban y eran mayoría); sin embargo, poco a poco, y en lo que creo que ha sido el gran fallo de la serie, los personajes han ido volviéndose aburridos, anodinos e incluso molestos. Curiosamente, solo Laura (Margot Robbie) y el Ted (Michael Mosley), a quienes no soportaba al principio, han terminado resultándome interesantes, tanto individualmente como la relación que se establece entre ellos.
Con respecto a los demás personajes, Colette (Karine Vanasse) se descubrió pronto como uno de los más atractivos, gracias a su adorable rostro y un dramático pasado que descubrimos en el tercer episodio, Ich Bin Ein Berliner, uno de los mejores de la temporada. Sin embargo, parece que los guionistas no han sabido manejar lo que tenían entre sus manos y, además de ignorarla gran parte de la temporada y reducir sus apariciones a meras anécdotas, su historia de amor con el peor personaje de la serie, Dean (Mike Vogel), al que, personalmente, no le encuentro ningún tipo de atractivo, ha sido muy aburrida. Otro caso curioso es el de Maggie, interpretada por Cristina Ricci, cuya sobreactuación y desproporcionada gesticulación en la mayoría de las escenas es absolutamente excesiva y destaca (para mal) con respecto al resto de las actrices. Es cierto que, a veces, va con el personaje, una mujer apasionada por sus ideales y concienciada con el mundo, sin embarga, creo que sus excesos destacan demasiado y no permiten concentrarte en la propia Maggie. A pesar de esto, me gusta Maggie y cuando Christina Ricci no se comporta como si estuviera loca, está bien en su papel.
Por último está Kate (Kelli Garner). Aparte de Colette, que fue la que más llamó la atención al principio, Kate fue el personaje más interesante y complejo y además fue el único cuyas tramas han ido un poco más allá del mundo de Pan Am, ya que era una espía del Gobierno americano que aprovecha su trabajo para hacer pequeñas misiones por el mundo. También me parece que su personaje y el interpretado por Goran Visnjic formaron la mejor pareja de la serie, una imposible, con un triste final. No obstante, a partir de ese momento las tramas relacionadas con el espionaje (repetitivas desde el principio de la serie) comenzaron ha resultarme aburridas y poco emocionantes hasta parecerme ridículas directamente, en los últimos capítulos.
Con respecto al final no hay mucho que comentar porque ha sido un capítulo bastante normal dentro de la serie, no parece que estuviera pensado como final de la misma, excepto la última escena.
En general, no creo que recomiende Pan Am como una serie que merezca ver a pesar de su corta duración. Hay fallos que puedo permitir pero que no me interese por los personajes no es uno de ellos. Además, como anécdota, en una temporada de series en el que todos los cromas están siendo terribles, los de Pan Am no son una excepción; a veces se nota tanto que están actuando delante de un fondo verde que no puedo creerme sus viajes alrededor del mundo y consiguen que falle en la transmisión de esa nostalgia por tiempos mejores que quieren darnos, ya que nunca me creo que estén fuera de un estudio. Sé que el presupuesto no es el mismo, ni de lejos, pero en Mad Men sin dejar decorados interiores nos transmiten esta época mucho mejor (y solo las comparo en este aspecto, que conste).
Como apunte final, y aunque sea una tontería, ojalá la serie hubiera sido lo que siempre creí que iba a ser: una Anatomía de Grey de las azafatas, con sus dramas, sus amoríos pero sin complejos.
Creo que me quedé en el cuarto episodio. El piloto estaba bien pero después se convirtió en un total despropósito.
ResponderEliminarHas hecho bien xD
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