Decía Alberto de Asesino en Serie hace un rato en Twitter, la red social que se convirtió en mi perdición, que The Good Wife debería ser todos los días y a todas horas. Y cuánta razón tiene. Aunque todos sabemos lo que pasa con los productos 24 horas (esta mañana, a las seis y media -si, madrugo mucho- zappeaba buscando noticias y me crucé con GH24 todavía con el nombre de CNN, y solo salían personajes durmiendo... dime tú qué interés puede tener), es inevitable desear que esta pedazo de serie tan desconocida en nuestro país debido a una horrible distribución, mala elección de cadena en abierto y un pésimo doblaje, la emitiesen todo el rato y sin parar. Pero qué buena es.
Después de Navidades, The Good Wife llega con un caso no muy complicado, pero si de los de ataque al corazón de la firma especial de Alicia Florrick y cía. Una pareja de estudiantes, Jonathan Murphy (Oliver Smith), hijo de un importante cliente del bufete, y su novia Alexis (Leelee Sobieski, que se suma a la lista de caras conocidas) llegan a la comisaría para que Cary les interrogue sobre un traficante de pastillas. Cary ha aprendido a jugar sucio y consigue que los chicos hablen para acusarles del asesinato de un farmaceútico. Todo el caso, como siempre, es un tira y afloja entre las estrategias de la Fiscalía y las habilidades del bufete (o mejor dicho, las de Kalinda), para ver quién gana.
Por otro lado, se nos ha presentado el inicio de la separación de la firma de abogados Lockhart, Gardner & Bond, que ya desde hace varios episodios nos vienen insinuando. Diane, que cree (no sabemos si es verdad, aunque Kalinda no se suele equivocar) que Will y Derrick conspiran contra ella, decide crear una nueva firma con Julius Cain y David Lee, y le pide a Alicia que se una a ella, poniéndola en un compromiso y, además, pidiéndole silencio. Lo que Diane no sabe es que la novia de Will, Tammy (Elizabeth Reaser), ya se lo ha contado, y cuando el caso de Murphy acaba, Will se enfrenta a Diane y disuelven la firma. Pero, siendo The Good Wife, esto no quedará así.
Otra historia secundaria es la del regreso del hermano de Alicia, Owen (Dallas Roberts), que francamente es de escaso interés. Lo deja con su novio, va a visitar a su hermana, se emborracha con la gran Jackie, llora, se ríe y poco más. Tramas para rellenar, desde siempre conocidas.
Puntos a favor:
- La tremenda Jackie, borracha con una copa de vino y una peluca africana en la cabeza.
- La mirada rápida que le echa Cary a Kalinda cuando ésta llega. ¡Es un ninja!
- Owen haciendo de secretario de Alicia ante una llamada de Diane.
- Lo salida que está Tammy.
- Lo que se complican para darnos una resolución de la trama. Perderse es muy sencillo, pero recompensa el mantenerse en vilo.
En contra:
- Conocemos la verdadera cara de Will, y no nos gusta ni a nosotros ni a Alicia.
- La comparación de métodos entre Kalinda y Blake.
- ¿El fin de la firma?
- ¿Grace va a ser el personaje gay que anunciaron?
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