Hacía mucho que no hablábamos de Jane the Virgin, y no será por falta de ganas, ni de contenido, porque vaya lo que está dando de sí la nueva temporada. Tiene drama, comedia, asesinatos, triángulos amorosos, cameos de lujo y, además, no ha perdido la gracia y la frescura iniciales, lo cual es una grata sorpresa y una razón más para quedarse pegados a la pantalla cada semana.
Nos habíamos quedado en que Jane al fin había dado a luz al pequeño Mateo y se encontraba en el hospital feliz y rodeada de toda de su familia. Pero claro, no todo iban a ser alegrías, porque sino ya me dirás tú que clase de culebrón es este, y el drama no tardó en asomar la patita por debajo de la puerta.
La vuelta fue por todo lo alto con el secuestro de Mateo. Una mujer enviada por Sin Rostro, y que se hacía pasar por enfermera, consiguió sacar al bebé del hospital sin levantar sospechas. El secuestro fue la excusa perfecta para que los dos machos alfa, Michael y Rafael, sacaran la artillería pesada e intentaran impresionar a la damisela en apuros. Ojo, que no digo que no les preocupara el bienestar del niño, pero admitamos que se convirtió en una lucha de egos. Gracias a los contactos policiales de Michael pudieron recuperar al bebé sano y salvo. Menos mal, porque si después de un embarazo de 22 episodios, va y se muere a la primera de cambio, sería como para denunciar a los guionistas.
La nueva Jane
Estoy enamorada de ella. Es un saco de hormonas con patas y sus cambios de humor, sus dudas y su ternura me tienen conquistada. Pero por mucho amor que le profese al pequeño Mateo, y lo que le cueste separarse de él, no es su única preocupación en la vida. Jane tiene mariposas en el estómago y no sabe por quién. Supongo que es lo normal en estos casos, estar recién parida y debatirse entre el padre (accidental) de tu hijo y tu novio de siempre. Pero quién soy yo para juzgarla, si ni siquiera me han inseminado por error.
En este triángulo amoroso he de admitir que tengo un claro favorito, entre pasteloso y el señor arcoíris elijo a…ninguno. Bueno, vale, supongamos que son los dos últimos hombres sobre la Tierra y que obligatoriamente tengo que elegir a uno. Entonces elijo a Michael, aunque solo sea por los dos años de amor y abstinencia mientras esperaba la boda que nunca llegó. Jane, desengáñate, en los tiempos del Tinder nadie te espera dos años, ni dos días si me apuras. Amárralo que lo tienes comiendo de tu mano.
Además, por si fuera poco un hijo llegado de forma casi divina, vienen dos más. Sí, así como os lo cuento. Petra, la mala malísima, decidió usar el esperma de Rafael, que no había sido utilizado y que esperaba pacientemente su momento, para inseminarse a sí misma. ¿Cómo se os queda el cuerpo? Chicos del mundo, ya casi no os necesitamos. Queda por resolver la parte del esperma pero que sepáis que como nosotras parimos, nosotras decidimos hasta cómo quedarnos preñadas. Y luego, claro, tenemos al damnificado de la historia, que tiene un bebé en brazos, dos en camino y todo esto sin haber catado hembra. Como para pegarse un tiro.
Gracias a Dios los guionistas han decidido que no merece la pena prolongar el embarazo eternamente y tiene pinta de ir a dar a luz antes de haber tenido tiempo de aprender a deletrear embarazada. Qué ganas de ver a Rafael saturado de clases de psicomotricidad y pilas de pañales. Espero que Michael sepa aprovechar la oportunidad.
#TeamRogelio
Sí, lo sé, me he dejado lo mejor para el final. No puede haber telenovela que valga sin galán y Rogelio reúne todos los requisitos. Qué ego, señores, qué ego. La interpretación de Jaime Camil es tan buena que me cuesta creer que no sea así en la vida real.
Me encanta su pose, su cara de foto permanente, la forma en la que se camela hasta a las farolas, el amor incondicional a las mujeres de su vida, su lado infantil, la entrega total a su trabajo. Y es que ya sea en su faceta de cantante con Xiomara o en la de actor con su ex mujer, es un roba planos absoluto. Todo lo que le rodea está de más. Espero y deseo que el día que Jane the Virgin llegue a su fin (en un futuro lejano) Rogelio tenga su spin off.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, disfrutemos de la magnífica temporada que tenemos entre manos. Y quien aún no la haya visto, que reserve un fin de se semana para hacerse un maratón. Es una serie imprescindible.
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